Aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá (Habacuc 2:4).
El maestro de la clase bíblica preguntó a sus alumnos: «¿Cómo se salvó la gente del Antiguo Testamento?». Uno de los alumnos respondió: «Cumpliendo la ley». «Correcto», consagrado el maestro. Entre los presentes estaba el doctor Harry Ironside, conocido pastor y escritor. El doctor Ironside pidió la palabra y comentó: «Mi Biblia dice que por las obras de la ley nadie será salvo». Otro estudiante agregó entonces: «Fueron salvados por los sacrificios que traían delante de Dios». «¡Sí, eso es correcto!», dijo el maestro. El doctor Ironside volvió a pedir la palabra: «Mi Biblia dice que la sangre de toros y machos cabríos no puede quitar el pecado». El maestro de la clase miró directamente al doctor Ironside y lo apeló: «Bueno,
De hecho, el texto que inspiró a Lutero es del Antiguo Testamento, aunque el insigne reformador acostumbraba a citar la versión de Romanos 1:16, y decía que ese pasaje le había abierto las puertas del paraíso. Varios siglos antes que Pablo, el profeta Habacuc había dicho: «Aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá» (Habacuc 2:4). La palabra hebrea traducida como «fe» encierra la idea de «constancia», «confiabilidad» o «fidelidad». Se usa aquí para describir la relación de uno con Dios. La confianza en Dios emana de la seguridad de que Dios guiará, protegerá y bendecirá a los que cumplirán con su voluntad”.*
No es que haya méritos en nuestra fe, puesto que todo el mérito radica en que el Señor es fiel en cumplir lo que nos ha prometido. Como bien dijo Elena G. de White, «no hay nada en la fe que la convertir en nuestro salvador. La fe no puede eliminar nuestra culpa. Cristo es el poder de Dios para salvación a todos los que creen.
La justificación nos alcanza por los méritos de Jesucristo. Él pagó el precio de la redención del pecador. Pero solo mediante la fe en su sangre puede Jesús justificar al creyente» (Dios nos cuida, p. 320). ¿Tenemos ese tipo de fe? Todo el que participe de ella «vivirá». Así será porque es lo que Dios ha prometido.
* Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), vol. 4, pág. 1075.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2023 «YO ESTOY CONTIGO» Promesas Bíblicas para vivir confiado Por: VLADIMIR POLANCO Colaboradores: Silvia García & Alexandra Pérez