«David le contestó: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo voy contra ti en nombre del Señor todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que tú has desafiado”» (1 Samuel 17:45).
Un requisito para cualquier combatiente israelita es que debía tener por lo menos veinte años (Números 1:3). Saúl estaba tan desesperado por las ofensas que pronunciaba Goliat contra el pueblo que no le importó que David fuera menor de edad para que acudiera a enfrentarlo.
¿Recuerdas que aun el profeta Samuel quedó sorprendido por la estatura de Saúl? La Biblia indica que sobrepasaba a todos (1 Samuel 9:2). Desde esta perspectiva, Saúl era el indicado para salir a enfrentar a Goliat. Sin embargo, no tenía la confianza en Dios como para visualizar que el Señor podía darle el triunfo.
Cuando David hizo pública su intención de ir a combatir contra Goliat y acudió al campo de batalla, reveló la calidad de su fe en Dios. Tenía la certeza de que Dios lo acompañaría y le concedería la victoria. No obstante, en ese momento su hermano mayor criticó su intención (1 Samuel 17:28). Aun así, David siguió firme en su determinación. No te extrañes de que cuando te propongas concretar algo por fe, más de uno, incluso de tu propia familia, procure desanimarte. Esa actitud y palabras que alguien pueda pronunciar solo revela que esa persona no conoce a Dios como tú has logrado conocerlo.
El coraje de David fue tan notorio porque reconoció que todas las blasfemias que Goliat pronunciaba no eran ofensas contra Israel, sino contra Dios mismo. David percibió que era una lucha espiritual en donde Goliat procuraba poner a los dioses filisteos sobre nuestro Dios. Era algo más que la lucha física entre dos personajes; era una lucha espiritual entre la verdad y el error.
Por lo tanto, David puso su desafío en las manos de Dios y caminó por fe. Si hubiera caminado dependiendo solo de lo que sus ojos veían, de inmediato se hubiera desanimado. Pero caminar por fe es depender de Dios. El mayor impulso para David es que el nombre de Dios fuera glorificado. Su actitud nos demuestra que no importa de qué se jacte alguien que no cree en Dios, de nada sirve cuando Dios va de nuestro lado. Basta cualquier elemento que tengas en tu mano, Dios lo puede convertir en un instrumento de liberación. En este caso, una resortera y una piedra. Alaba a Dios porque su poder no ha cesado.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon.