«La hermana del niño propuso a la hija del faraón: “¿Le parece a usted bien que llame a una nodriza hebrea, para que le dé el pecho a este niño?». Éxodo 2:7
¿Recuerdas esta imagen? Es Moisés, el bebé que fue descubierto por la princesa egipcia a la orilla del río. Cuando su mamá lo puso en la canasta, María, la hermana de Moisés, se puso triste porque su hermanito lloraba. Ella sintió empatía, así que decidió cuidarlo. Estuvo todo el tiempo cerca de él mientras la canasta bajaba por el río. Si la canasta se movía para la derecha, ella también iba a la derecha; si se movía hacia la izquierda, ella la seguía.
Cuando la princesa tomó a Moisés en brazos, María le dijo que ella podía buscar a alguien para cuidar al bebé. A la princesa le pareció bien, y María buscó a su propia madre, que también era la mamá de Moisés. Ya María no estaba triste.
¿Tienes un hermanito pequeño? ¿Cómo te sientes al verlo llorar? ¿Verdad que quieres hacer algo para que deje de llorar?
¡Eso es empatía!
Jesús se pone triste cuando te ve triste, y contento cuando te ve contento.
Él te muestra empatía y te cuida todo el tiempo. Con su ayuda, tú también puedes cuidar de tu hermano y tener empatía con él.
Querido Padre,ayúdeme a cuidar y a ayudar siempre a mis hermanos.
ACTIVIDAD: Hoy, practica la empatía con tus hermanos en cualquier momento que sea necesario. Puedes ayudarlos con sus deberes o cuidar de ellos mientras juegan.