“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó” (Efe. 2:4). Aquí, con dos palabras poderosas, “pero Dios”, Pablo pasa de una triste descripción de la vida pasada de su audiencia (Efe. 2:1–3) a las nuevas realidades llenas de esperanza que les marca la nueva vida como creyentes (Efe. 2:4–10).
¿En qué sentido participan los creyentes de la resurrección, la ascensión y la exaltación de Cristo? ¿Cuándo se produce esto? Efesios 2:6, 7.
Hemos visto que Efesios es una carta impregnada de Cristo, que destaca la solidaridad de los creyentes con Cristo. En Efesios 2:5 y 6, Pablo amplía este tema al utilizar tres verbos compuestos para desplegar la sorprendente verdad de que, mediante las iniciativas de Dios, los creyentes mismos participan de importantes acontecimientos de la historia de la salvación que se centran en el Mesías, Jesús.
Los creyentes: (1) resucitan juntamente con Cristo; (2) Dios nos levantó de la tumba juntamente con Cristo (NBV, que Pablo probablemente utiliza para indicar la participación de los creyentes en la ascensión de Cristo al Cielo); (3) se sientan juntamente con Cristo “en el cielo”, lo que significa que los creyentes participan de la entronización de Cristo en el Trono cósmico. Son exaltados juntamente con Jesús.
Para apreciar el poder del argumento de Pablo, debemos remontarnos a Efesios 1:19 al 23 y recordar que, en su muerte, resurrección, ascensión y exaltación, Cristo obtiene la victoria sobre todo mal y sobre los poderes espirituales, los mismos que una vez dominaron la vida de los creyentes. En la resurrección, la ascensión y la exaltación de Jesús, estos poderes, aunque todavía están activos y representan una amenaza para la existencia humana, ya fueron totalmente derrocados. El Cosmos ha cambiado. La realidad ha cambiado. Los creyentes no son meros espectadores de estos eventos, sino que participan de ellos en forma personal e íntima. El hecho de que resucitemos, ascendamos y seamos exaltados juntamente con Jesús nos abre un nuevo abanico de posibilidades. Tenemos el derecho de pasar de una existencia dominada por demonios a una vida de abundancia espiritual y poder en Cristo (2 Tim. 1:7).
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Tim. 1:7). ¿Cómo nos ayudan los versículos que vimos hoy a entender lo que Pablo escribe aquí?
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2023. 3rd. Trimestre 2023 «EFESIOS» Lección 4: «CÓMO NOS RESCATA DIOS» Colaboradores: Jeser A. Tique & Obed Rodríguez