Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. (Efesios 6:11, NVI).
George Orwell dijo que vivimos “en una época de engaño universal”. Pero el engaño no es una novedad de nuestro tiempo, es una práctica que se remonta a la entrada misma del pecado en nuestro a mundo. Cuando Dios cuestionó a Eva sobre su ingesta del fruto prohibido, la respuesta de la madre de todos nosotros fue: “La serpiente me engañó, y comí” (Génesis 3:13). A esa «serpiente” embaucadora, que ha engañado desde los tiempos más remotos, la Biblia la identifica como «la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).
El poder que engañó a Eva sigue actuando fraudulentamente en nuestro tiempo, y su obra se extenderá hasta el final de la historia humana. Por ello, en su discurso profético de Mateo 24, Jesús nos advirtió para que no seamos engañados: ‘Tengan cuidado de que nadie los engañe” (versículo 4, DHH); “porque vendrán muchos haciéndose pasar por mí. Dirán: «Yo soy el Mesías’, y engañarán a mucha gente” (versículo 5, DHH); “porque vendrán falsos mesías y falsos profetas; y harán grandes señales y milagros, para engañar, a ser posible, hasta a los que Dios mismo ha escogido” (versículo 24, DHH).
Pablo expresó esta misma preocupación en reiteradas ocasiones: “Temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean también de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (2 Corintios 11:3). «Tengan cuidado: no se dejen llevar por quienes los quieren engañar con teorías y argumentos falsos, pues ellos no se apoyan en Cristo, sino en las tradiciones de los hombres y en los poderes que dominan este mundo” (Colosenses 2:8, DHH). “El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1).
Estos textos parecen fuertes para ser leídos en una matutina, pero la realidad es que hoy nos enfrentaremos “a espíritus engañadores” y a los que enseñan «doctrinas de demonios”. ¿Cómo hacer para que no acaben apoderándose de nuestra mente? La mejor manera es seguir el consejo:
“Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo”. ¿Cuál es esa armadura? “El cinturón de la verdad”, “la coraza de justicia”, “el escudo de la fe”, “el casco de la salvación” y “la espada de la Palabra de Dios” (Efesios 6: 11-17, NVI). Así, nada podrá engañarnos.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2023 «YO ESTOY CONTIGO» Promesas Bíblicas para vivir confiado Por: VLADIMIR POLANCO Colaboradores: Silvia García & Alexandra Pérez