«Después el Señor le dijo a Noé: «Entre toda la gente de este tiempo, solo tú vives de acuerdo con mi voluntad. Por lo tanto, entra en la barca junto con tu familia’» (Génesis 7:1).
MENSAJE
Dios nos usa para ejercer una influencia positiva sobre los miembros de nuestra familia.
REFERENCIAS
Génesis 7:1-13 Patriarcas y profetas, cap. 7, pp. 73-77 Creencias fundamentales 23, 11, 22
Los papás de Débora se divorciaron cuando ella tenía seis años. Toda su vida, ella había ido a la iglesia, a veces con su mamá, a veces con su papá, porque tenían religiones diferentes. Aunque la mayoría de las veces su madre no iba a la iglesia. Varios años después, sus padres se volvieron a casar con otras personas, así que cuando Débora estaba en la casa de su papá iba a la iglesia con él. Con el paso de tiempo, Débora tuvo que escoger su propia fe y sus valores. Y cuando llegó el momento, decidió que Jesús era un amigo en quien podía confiar. De modo que estudió la Biblia, le pidió a Dios que la guiara a escoger la iglesia donde su nombre fuera glorificado y donde su Palabra fuera honrada. Cuando se bautizó no tenía la menor idea de la forma increíble en que testificaría ante su familia.
Noé hizo todo lo que Dios te ordeno en la construcción del arca. Siguió exactamente las instrucciones de Dios. Amonestó a sus amigos y a sus vecinos constantemente. Pero el trabajo más importante de Noé fue ser un buen esposo y padre. Dios era su mejor amigo y sus mejores amigos terrenales eran su esposa y sus hijos, Sem, Cam y Jafet. ¡Él los amaba mucho! El mayor deleite de su corazón era pasar tiempo con sus hijos. Pero las cosas que los vecinos a su alrededor hacían para divertirse no encajaban con la familia de Noé. Ellos se mantenían ocupados, escudriñando los planos o buscando la mejor madera. La familia de Noé siempre estaba junta. Dondequiera que estuvieran, Noé los exhortaba y les enseñaba los caminos de Dios.
Sem, Cam y Jafet crecieron en un mundo muy parecido al nuestro. La violencia estaba por todas partes. La gente trataba de hacer cualquier cosa para buscar placer. No respetaban a Dios ni su ley y estaban dominados por el egoísmo. Lo malo parecía bueno y lo bueno malo, ¡muy raro!, ¿verdad? Raro porque se habían entregado a Satanás de tal manera que no querían saber nada de los caminos de Dios. Estos tres jóvenes debían tomar decisiones, al igual que tú y yo. No fueron salvados del diluvio gracias a que eran hijos de Noé. Cada persona, no importa quién sea ni dónde esté, tiene que decidir de qué lado desea estar: del lado de Dios o del lado de Satanás. No existen otras opciones.
Probablemente hubo momentos en sus vidas en los que Sem, Cam o Jafet pensaron que su papá estaba exagerando un poco. Pero el amor de Noé hacia ellos y su dirección eran un testimonio tan poderoso del amor de Dios que pudieron comprender que lo mejor era seguir los caminos de Dios, y eso constituyó algo fundamental en sus vidas.
¿Te acuerdas de Débora, de la que hablamos al principio de esta lección? Ella se casó con un hombre cristiano. Su hermana Jodi iba a visitarlos durante el verano. Años más tarde, Jodi, se trasladó a un lugar cerca de donde vivía Débora. Un día, para gran sorpresa de Débora, Jodi le dijo que deseaba estudiar la Biblia con ellos. Débora no lo sabía, pero Jodi conversaba con su madre por teléfono acerca de sus estudios y finalmente ¡la mamá de Débora también comenzó a recibir estudios bíblicos! Un emocionante sábado de verano, Jodi y su madre se bautizaron juntas. Ellas alabaron a Dios por su amor y su poder redentor y por la testificación de Débora ante su familia. Pasaron muchos años para que el testimonio de Débora tuviera resultados visibles en los milagros que sucedieron. Jodi dice: «Débora tenla siempre una paz que yo también quería poseer. Entregué mi corazón a Jesús y ahora yo también disfruto de esa paz».
¿Cómo testificas en tu familia? En cualquier situación que te encuentres tú eres diariamente un testigo a favor o en contra de Dios en tu familia. ¡La familia puede ser el lugar más difícil en la tierra para testificar por Dios! En el seno de la familia se conoce lo mejor y lo peor de cada uno. Algunas veces las personas descargan sus frustraciones e irritaciones sobre los miembros de su familia. Asimismo, a veces hablamos con nuestros familiares en una forma en la que nunca le hablaríamos a ninguna otra persona.
¿De qué manera puede tu vida testificar positivamente en tu familia? Cada día di algo como: «Jesús, gracias por mi familia. Quiero que tú te reflejes en mí, pero no puedo hacerlo yo solo. Dame el poder para ser como tú en todas mis interacciones con mi familia».
Lección de Escuela Sabática para INTERMEDIARIOS 3er Trimestre 2023 Lección 2: «LA INFLUENCIA DE LA FAMILIA» Colaboradores: Israel Esparza & Emmanuel Tapia