“Entonces vi a otro ángel que subía del este con el sello del Dios vivo. Y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, quienes habían recibido poder de dañar la Tierra y el mar, y les dijo: “No dañen la Tierra, ni el mar, ni los árboles, hasta que sellemos en sus frentes a los siervos de nuestro Dios” Apocalipsis 7:2, 3.
Al estudiar los acontecimientos del tiempo del fin relacionados con la marca de la bestia, un aspecto esencial que aflora es la diferencia entre el proceder de Dios y el del enemigo de las almas.
Como hemos estado estudiando, las cuestiones centrales en el gran conflicto entre Cristo y Satanás son la lealtad, la autoridad y la adoración. Las profecías de la Biblia hablan de un poder que usurpa la autoridad de Dios, exige lealtad e introduce un sistema falso de adoración. Y lo hace mediante el uso de la fuerza, la coacción y, a veces, mediante sobornos y recompensas; todo, con el fin de imponer la adoración.
En contraste, el amor es la gran fuerza motivadora del Reino de Dios. En lugar de adorar a la bestia, el pueblo de Dios encuentra su mayor gozo y su mayor deleite en adorarlo a él. Ellos están comprometidos con él porque saben cuán comprometido está él con ellos.
Lección de Escuela Sabática Para Adultos 2023. 2nd. Trimestre 2023 «LOS TRES MENSAJES CÓSMICOS» Lección 11: «EL SELLO DE DIOS Y LA MARCA DE LA BESTIA – PRIMERA PARTE» Colaboradores: Jeser A. Tique & Obed Rodríguez