«Entonces Débora dijo a Barac “¡Adelante, que ahora es cuando el Señor va a entregar en tus manos a Sisara! ¡Ya el Señor va al frente de tus soldados!» (Jueces 4:14).
De entre todos los jueces que se mencionan es este libro, solo Débora litigaba debajo de una palmera y los israelitas acudían a ella en busca de justicia (vers. 5). Ella junto a Barac, trabajaron como un equipo para conseguir la libertad de la nación que se había trastocado durante cuarenta años. Como en ocasiones anteriores, Dios dispuso la estrategia y proveyó las armas. A Israel le correspondía confiar.
¿Cuál fue la estrategia? Atraer al enemigo al arroyo de Cisón. En una época en que no llovía, resultaba improbable que ese sitio representara un peligro para la tropa de Sísara. Él estaba confiado en sus novecientos carros de hierro. ¿Cuáles fueron las armas? La respuesta la encontramos en el capítulo 5. Ese capítulo es un canto de celebración donde se atribuye el crédito a Dios por el triunfo, pues intervino de manera inesperada. ¿Cómo se manifestó Dios? La tierra tembló, posteriormente una lluvia torrencial (vers. 4-5, 21) hizo que el cauce del río llegara al límite lo que provocó que los carros de guerra del ejército se atascaran en el lodo. Tan drástico fue el desenlace para el enemigo, que el mismo Sísara quedó solo, sin armas y con su carro atascado, así que tuvo que descender de su propio carro y huir a pie para morir en el interior de una carpa a manos de una mujer llamada Jael (Jueces 4:15, 21).
Este episodio de la vida de Israel nos recuerda que Dios puede usar tanto a hombres como a mujeres para cumplir sus propósitos. Nos muestra a una mujer valiente, emprendedora, sabia y amiga de Dios. Su presencia era capaz de influir valor a todo un ejército. Por otra parte, el desenlace nos dice que Dios puede usar lo que él mismo creó para combatir a favor de su pueblo. Por último, no importa quién sea el enemigo de su pueblo y cuán armado o bien preparado pueda estar, es insuficiente cuando el Señor está de nuestro lado. El apóstol Pablo nos recuerda una bella promesa de la seguridad que tenemos en Dios cuando él nos acompaña: «¿Qué más podremos decir? ¡Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar contra nosotros!» (Romanos 8:31).
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon.