Josafat debió gran parte de su prosperidad como gobernante a estas sabias medidas tomadas para suplir las necesidades espirituales de sus súbditos [la designación de sacerdotes para enseñar]. Hay mucho beneficio en la obediencia a la ley de Dios. En la conformidad con los requerimientos divinos hay un poder transformador que imparte paz y buena voluntad entre los hombres. Si las enseñanzas de la Palabra de Dios ejercieran una influencia dominadora en la vida de cada hombre y mujer, y los corazones y las mentes fueran sometidos a su poder refrenador, los males que ahora existen en la vida nacional y social no hallarían cabida. De todo hogar emanaría una influencia que haría a los hombres y mujeres fuertes en percepción espiritual y en poder moral, y así naciones e individuos serían colocados en un terreno ventajoso.—La Historia de Profetas y Reyes, 143 (1917).
El cultivo apropiado de las relaciones sociales produce felicidad
A los que vivían lejos del tabernáculo la asistencia a las fiestas anuales les requería más de un mes de cada año. Este ejemplo de devoción a Dios debe recalcar la importancia de los servicios religiosos y la necesidad de subordinar nuestros intereses egoístas y mundanos a los que son espirituales y eternos. Sufrimos una pérdida si hacemos caso omiso del privilegio de reunirnos para fortalecernos y alentarnos unos a otros en el servicio de Dios. Las verdades de su palabra pierden entonces para nuestra mente su vigor e importancia. Nuestro corazón deja de sentirse iluminado e inspirado por la influencia santificadora, y decae nuestra espiritualidad. En nuestro trato mutuo como cristianos perdemos mucho por carecer de solidaridad unos hacia otros. El que se encierra en sí mismo no desempeña bien la misión que Dios le ha encargado. Somos todos hijos de un solo Padre y dependemos unos de otros para ser felices. Somos objeto de los requerimientos de Dios y la humanidad. Al cultivar debidamente los elementos sociales de nuestra naturaleza nos identificamos con nuestros hermanos y los esfuerzos que hacemos por beneficiar a nuestros semejantes, nos proporcionan felicidad.—Historia de los Patriarcas y Profetas, 582, 583 (1890).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #13: LA PERSONALIDAD Capítulo 68: LAS RELACIONES SOCIALES Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara