«Yo les pregunto: ¿Han actuado ustedes con verdad y honradez al hacer rey a Abimelec? ¿Han tratado a Jerubaal y a su familia con la misma bondad con que él los trató a ustedes?» (Jueces 9:16).
Si pensaste que Saúl fue el primer rey de Israel, en realidad lo fue Abimelec por tres años, pero no se cuenta como tal porque Dios nunca lo eligió. De él aprendemos lo que nunca hay que hacer. Abimelec era hijo de Gedeón, tenía setenta hermanos. Primero, mostró su ambición de poder cuando inventó una historia de que entre todos sus hermanos él era la mejor opción para gobernar. Por lo tanto, reunió muchos seguidores a quienes les solicitó dinero. Dinero de no buena procedencia, pues era recaudado en el templo a Baal. Le entregaron setenta siclos de plata. ¡Te puedes dar una idea de qué tipo de personas lo apoyaban! Los adoradores de Baal. Entonces, Abimelec contrató jóvenes ociosos para ejecutar uno de los episodios más tristes de la historia de Israel: asesinar a sus hermanos, excepto uno que logró escapar (vers. 2-5).
Abimelec transgredió los mandamientos primero, segundo, sexto, noveno y décimo. Tenía otros dioses a quienes veneraba mediante imágenes; asesinó y mintió en cuanto a sus hermanos, todo por codiciar una posición a la cual Dios nunca lo llamó. Nunca luches por una bendición que no es para ti; si luchas por lo que no te corresponde se convertirá en una maldición que podría acompañarte toda tu vida.
Dios puede anhelar una bendición para ti para un momento oportuno, si luchas por adelantar ese momento, también se puede convertir en un trago amargo. ¿Recuerdas la experiencia de Jacob? Dios quería bendecirlo, pero junto a su madre luchó con sus estrategias manchadas de egoísmo y ambición; se adelantaron al reloj de Dios y la consecuencia para Jacob fue el destierro y no ver más a Rebeca.
El hermano de Abimelec que logró escapar fue Jotam. Cuando la multitud encumbró a Abimelec como rey, a la distancia, Jotam contó una parábola registrada en los versículos 8-15. Nos enseña que a todos Dios nos ha asigno una función la cual debemos cumplir y sentimos contentos; por ejemplo, al olivo producir aceite, la higuera dar higos y endulzar a las personas que los consumen, la vid, producir uvas para refrescar con su jugo. Si alguno de estos ejemplos dejara su función para el cual fue creado, haría un ridículo como Abimelec lo hizo.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon.