«Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñese y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido». Colosenses 3:16, NTV
ESTO ES LO QUE NECESITAMOS en nuestros hogares. Que no haya hay críticas ni asperezas, sino paz, gozo, y descanso en el Señor. […] Dios demanda un servicio amoroso. Exhorta a que los padres hablen amorosa y tiernamente a sus hijos. Que ellos vean que pensamos que nos ayudan. Démosles responsabilidades, pequeñas al principio, y mayores a medida que crezcan. Nunca, nunca permitamos que nos oigan decir: «Me estorban más de lo que me ayudan». […]
Cuántos hay que olvidan que el hogar es una escuela en la que se preparan los hijos para trabajar, ya sea para Cristo o para Satanás. Padres y madres, recuerden que cada palabra que hablamos delante de nuestros hijos tiene una influencia sobre ellos, una influencia ya sea para bien o para mal. Recuerden que cuando criticamos a los demás, estamos educando a nuestros hijos para que sean criticones.
Rodeados de sus hijos, inclínense delante del Padre celestial. Pídanle ayuda para preservar el depósito que les ha confiado. Sean sus peticiones cortas y fervientes. Digan: «Padre celestial, quiero que mis hijos sean salvados. Concédeme la ayuda de tu Espíritu, para que pueda prepararlos a fin de que sean hallados dignos de heredar la vida eterna». Enseñen a sus hijos a ofrecer sus sencillas oraciones. Díganles que Dios se deleita en sus peticiones.
Podremos someter a nuestros hijos únicamente mientras nos sometamos nosotros mismos. Pero hay muchos padres que inculcan en la vida de su hogar sus malas tendencias hereditarias y cultivadas. No han abandonado su puerilidad. Regañan a sus hijos por cosas que nunca debieran notar. Padres, no increpen nunca a sus hijos. Trátenlos con firmeza, pero con bondad. Manténganlos ocupados. Háganles sentir que son parte de la empresa familiar, que pueden ayudar a mamá y papá.
Agradézcanles lo que hacen por ustedes. Que el hogar sea un lugar en el que Dios es amado y honrado. — Manuscrito 39, 1901.
www.meditacionesdiarias.com
www.faceboock.com/meditacionesdiariass
https://play.google.com/store/apps/details?id=com.meditacionesdiarias.mobile
Devocional Vespertino Para 2023.
«A FIN DE CONOCERLE»
Por: ELENA G. DE WHITE
Colaboradores: Ruben D. Salazar & Miguel Miguel