Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. LUC 15:18
Lisa vivía en la hermosa isla de Oahu, en Hawai. Su vida en aquella isla paradisíaca fue de ensueño hasta la mañana en que su esposo le dijo que iría a escalar un rato, y no regresó.
Mientras recorría solo una aislada región montañosa, entre rocas volcánicas, la grava suelta cedió bajo sus pies. Cayó de cabeza en un barranco de 500 pies de altura, donde se quebró el cuello y murió. Tres días tomó a las autoridades dar con él.
Lisa tardó mucho en recuperarse. Aún después de meses de lo ocurrido, permanecía sumida en la tristeza. Fue durante esa época de intenso dolor cuando un día escuchó el llamado divino: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mat. 11:28).
Ella había crecido en un hogar donde se guardaba el sábado. Al sentir el llamado de Dios en su corazón, pensó que sólo volviendo a sus raíces podría encontrar descanso. Para ella, guardar el sábado simbolizaba descansar en los brazos amantes de Dios: depositar en él sus afanes, su ansiedad, la carga de su atormentado corazón. El sábado simbolizaba… volver al hogar.
En un sentido muy real, el sábado representa el hogar. Nos llama a volver a nuestro hogar original, el Edén, donde Dios apartó el sábado como día de comunión con él.
Adán y Eva pasaron juntos su primer sábado con Dios. En amante camaradería, se regocijaron ante su presencia. Ligados íntimamente, sentían vivamente la atracción del uno por el otro y de ambos por el Creador. El propósito principal del sábado es relacional. En medio del afán y los apuros de nuestra agitada vida de hoy, a menudo no le damos prioridad a las relaciones. El sábado nos llama a la pausa, para reflexionar en lo que verdaderamente importa. Nos habla de la intimidad que nuestros corazones anhelan. Es una invitación semanal a darle prioridad a nuestra relación con Dios, con nuestra familia, con nuestros amigos y allegados.
Lisa halló descanso y relaciones renovadas en el sábado, y nosotros también podemos hacerlo. Dios nos invita a experimentar la más plena de nuestras relaciones este sábado.
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Lecturas Devocionales Familiares 2023
«SOBRE TIERRA FIRME»
Por: MARK FINLEY
Colaboradores: Familia Mariscal & Paty Solares