EI sexto mandamiento resalta el carácter sagrado de la vida. La vida es el don más precioso que Dios le ha dado al hombre, es un don sagrado porque la humanidad fue creada a su imagen y semejanza. Desde luego, este mandamiento prohíbe empuñar un arma para quitar la vida de quien sea. Evidentemente, las guerras entre naciones no forman parte del plan divino. Por desgracia, ante los ojos de mucha gente la vida la perdió su valor en la actualidad.
Sin embargo, la enseñanza espiritual de este mandato va mucho más allá de solamente las dos palabras del versículo. Por ejemplo, muchas personas dicen: «Es mi vida, puedo hacer con ella lo que me plazca; así que no te entrometas». Pues bien, este mandato implica el cuidado de nuestra propia vida, es decir, nuestra responsabilidad personal. Muchos incurren en vicios y estilos de vida que paulatinamente van minando la fuerza y por ende la vida. Respetar la vida empieza primeramente por la nuestra y se manifiesta al comprometemos a practicar hábitos saludables que promuevan nuestro bienestar así como el de nuestro entorno. Esto conlleva qué comemos y bebernos lo que promoverá nuestra salud, así como dormir las horas apropiadas cada noche.
Por otra parte, la transgresión de este mandamiento empieza en el corazón y tiene que ver con las emociones. Jesús dijo que estar enojados con otra persona es la antesala del asesinato, por lo tanto, desobedecemos el sexto mandamiento en el momento en que albergamos ir a en nuestros pensamientos. «Cualquiera que se enoje con su hermano, será condenado. Al que insulte a su hermano, lo juzgará la Junta Suprema; y el que injurie gravemente a su hermano, se hará merecedor del fuego del infierno» (Mateo 5: 22). Para el Señor no basta abstenerse de cometer un acto, sino lo que cuenta son las intenciones del corazón. ¿Tú le desees el bien a tu compañero genuinamente? ¿Te alegras por sus éxitos?
El apóstol Juan captó la enseñanza de Jesús y promovió el espíritu de la ley: «Todo el que odia a su hermano es un asesino y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo» (1 Juan 3:15).
En conclusión, debemos erradicar de nuestros corazones el espíritu destructivo y favorecer el respeto, la paz, la armonía, el amor y la cordialidad con quienes nos relacionamos.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2023. “SIGUIENDO LAS HUELLAS DE LOS GRANDES PERSONAJES DE LA BIBLIA” Por: «CÉSAR SÁNCHEZ MURILLO» Colaboradores: Karla González & Sebastian Rondon.