¿LO SABÍAS?

Aproximadamente la mitad de los matrimonios de la actualidad siguen siendo concertados por los padres. Esa era la costumbre en los días de Abrahán. Abrahán tenía 140 años de edad (Sara había fallecido tres años antes) cuando hizo los arreglos para la boda de su hijo, Isaac. Abrahán confió la decisión de la elección a su siervo principal, Eliezer, quien seguramente había servido a Abrahán desde el nacimiento de Ismael, unos 54 años antes de esta historia (véase Génesis 15:2). Esta responsabilidad era tan solemne que Eliezer tuvo que colocar su mano bajo el muslo de Abrahán para jurar que la esposa de Isaac no sería hallada entre las cananitas. El muslo se consideraba el asiento del poder generativo; por lo tanto, el colocar la mano bajo el muslo de otra persona era prometer obediencia al que requería el juramento.

Viernes

APLÍCALA A TU VIDA

La experiencia del matrimonio y de edificar una relación que a través de los años honre a Dios, es una de las aventuras más nobles de la vida. Así como se menciona en la sección Puntos de impacto, “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová” (Proverbios 18:22).

Dios verdaderamente quiere que nuestro gozo sea completo y parte de ese gozo se experimenta en nuestras relaciones con los demás. ¿Qué aspectos de la lección de esta semana fueron una verdadera ayuda para ti?

Escribe una nota de agradecimiento a una pareja que conozcas cuyo ejemplo ha ejercido una influencia positiva sobre tu concepto del matrimonio.