Devocional Vespertino 2023 Para el: 30 marzo
«Por medio de ellas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas ustedes lleguen a ser partícipes de la naturaleza divina, puesto que han huido de la corrupción que hay en el mundo por causa de los malos deseos». 2 Pedro 1:4. RVC
EL DESIGNIO DE Dios al darnos ricas promesas es presentado por el apóstol Pedro, para que seamos «partícipes de la naturaleza divina». Nuestras apetencias terrenales y mundanales deben ser transformadas a semejanza de las divinas y celestiales. El cielo no sería cielo […] si nuestros gustos, meditaciones y nuestro temperamento no fueran como los de Cristo. Las puras y celestiales mansiones que Cristo ha ido a preparar para sus hijos son tales que solo los redimidos pueden apreciarlas habiendo sido hechos idóneos para ellas por la obra interna de la gracia en su corazón.
Podría describir las bienaventuranzas del cielo, las coronas preparadas para los vencedores, el lino blanco que es la justicia de Cristo, las palmas de victoria y las arpas de oro. Pero solamente esto no haría del cielo un lugar de bendición para ninguno de nosotros. Sin ninguna de esas cosas, si tenemos caracteres puros y santos, estaríamos felices porque tendríamos a Jesús y su amor. La pureza, la inocencia y la conformidad con el carácter de Cristo harán que el cielo sea deseable. Todas las facultades se fortalecerán en forma de un todo armonioso. La bendición perfecta solo puede morar en el corazón donde Cristo reina supremo.
Cristo vino a nuestro mundo para morir, el Justo por los injustos, […] para que pudiera elevar y ennoblecer a hombres y mujeres, y estampar sobre ellos su divina imagen. Por eso su Espíritu se esfuerza por nosotros, para que haya un marcado vigor y perfección en la vida espiritual.— Carta 4, 1885.
No necesitamos retener una sola tendencia pecaminosa. […] Al participar de la naturaleza divina, las malas tendencias, hereditarias y cultivadas, son eliminadas del carácter y somos convertidos en un poder viviente para el bien. Aprendiendo constantemente del Maestro divino, participando diariamente de su naturaleza, cooperamos con Dios para superar las tentaciones de Satanás. Dios trabaja y los seres humanos trabajan para poder ser uno con Cristo, así como Cristo es uno con Dios. Luego nos sentamos junto con Cristo en los lugares celestiales. La mente descansa con paz y seguridad en Jesús.— The Review and Herald, 24 de abril de 1900.
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Devocional Vespertino Para 2023.
«A FIN DE CONOCERLE»
Por: ELENA G. DE WHITE
Colaboradores: Ruben D. Salazar & Miguel Miguel
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