Ceder a las emociones violentas pone en peligro la vida. Muchos mueren víctimas de una explosión de rabia y pasión. Muchos se adiestran para caer en esas explosiones. Lo podrían impedir si quisieran, pero eso requiere fuerza de voluntad para contrarrestar una conducta equivocada. Todo esto debe ser parte de la educación que recibimos en la escuela, porque somos propiedad de Dios. El sagrado templo de nuestro cuerpo debe mantenerse puro y sin contaminación, para que el Espíritu Santo de Dios more en él.—Nuestra Elevada Vocación, 267 (1897).
Cada explosión de ira da su fruto
Hay mucha gente sin dominio propio; no han puesto freno a su genio ni a su lengua; y algunos de los tales pretenden ser seguidores de Cristo, pero no lo son. Jesús no les dio tal ejemplo […]. Son irrazonables y no es fácil persuadirlos o convencerlos. No están sanos; momentáneamente Satanás los domina por completo. Cada una de estas manifestaciones de ira debilita el sistema nervioso y las facultades morales y hace más difícil el dominio de la pasión frente a otra provocación.—Hijos e Hijas de Dios, 144 (1886).
Intoxicado con la ira
¡Cómo se regocija Satanás cuando se le permite hacer que el alma se ponga al rojo vivo de enojo! Una mirada, un gesto, una entonación de la voz, pueden tomarse y utilizarse como una flecha de Satanás, para herir y envenenar el corazón que está abierto para recibirla. La persona que le da lugar al espíritu de enojo queda tan intoxicada como aquel que ha llevado el vaso a sus labios. Cristo considera el enojo como el asesinato […]. Las palabras apasionadas tienen sabor de muerte para muerte. El que las pronuncia no está cooperando con Dios para salvar a sus semejantes. En el cielo esta conducta perversa se coloca en la misma lista con el lenguaje soez. Mientras el odio permanezca en el alma no habrá ni una partícula del amor de Dios en ella.—Nuestra Elevada Vocación, 237 (1901).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #11: LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Capítulo 56: LA IRA Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara