El corazón y el cerebro necesitan descanso (consejo a un pastor demasiado ocupado)
Mantenga el canal limpio y sin obstrucciones, para que pueda fluir el Espíritu Santo. No importa qué ocurra, mantenga su mente fija en Dios, y no se deje confundir por nada. Mientras hablaba con usted de noche, en sueños, vi que su mente estaba fatigada, y le dije: “Deposite toda su solicitud en el Señor, porque él cuida de usted. Encomiende sus preocupaciones y perplejidades al Portador de cargas. La paz de Cristo en el corazón vale más para nosotros que cualquier otra cosa […]”. Le pido que sea cuidadoso. Le ruego que deponga la carga; que se desembarace de las numerosas preocupaciones y perplejidades que le impiden darle descanso a su corazón y a su cabeza. Recuerde que es necesario prestar atención a los asuntos de interés eterno.—Carta 19, 1904.
El exceso de trabajo mental provoca enfermedades
Los que han quedado quebrantados por el trabajo mental deben desechar todo pensamiento fatigoso; pero no se les debe inducir a creer que todo empleo de las facultades intelectuales sea peligroso. Muchos se inclinan a considerar su estado peor de lo que es. Esta idea dificulta el restablecimiento y no debe favorecerse. Hay pastores, maestros, estudiantes y otros que hacen trabajo mental, que enferman a consecuencia del intenso esfuerzo intelectual, sin ejercicio físico compensatorio. Estas personas necesitan una vida más activa. Los hábitos estrictamente templados, combinados con ejercicio adecuado, darían vigor mental y físico a todos los intelectuales y los harían más resistentes.—El Ministerio de Curación, 182 (1905).
Hay que conservar la armonía entre las facultades mentales y las físicas
Perdemos o ganamos fortaleza física de acuerdo con la forma como tratamos el cuerpo. Cuando la mayor parte del tiempo se dedica al trabajo mental, la imaginación pierde su frescura y su poder, mientras los órganos físicos pierden su tono saludable. El cerebro está morbosamente excitado al tener que trabajar constantemente, mientras el sistema muscular se debilita por falta de ejercicio. Hay una manifiesta pérdida de fuerza y una creciente debilidad, que con el tiempo ejerce su influencia sobre el cerebro. Tanto como sea posible, debe conservarse la armonía entre las facultades mentales y las físicas. Esto es necesario para conservar con buena salud todo el organismo.—Carta 53, 1898.
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #11: LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Capítulo 54: EL EXCESO DE ESTUDIO Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara