Nadie tiene derecho a ensombrecer la felicidad de sus hijos mediante la crítica o una severa censura por faltas insignificantes. Los verdaderos errores deben ser presentados tan pecaminosos como realmente son, y debe seguirse una conducta firme y decidida para evitar que reaparezcan. Sin embargo, no debe dejarse a los hijos en un estado falto de esperanza, sino con cierto grado de ánimo para que puedan mejorar y ganar su confianza y aprobación. Los hijos quizá deseen hacer lo correcto, quizá se propongan en su corazón ser obedientes, pero necesitan ayuda y ánimo.—Conducción del Niño, 261 (1884).
Paz en la iglesia
Haya paz en el hogar, y habrá paz en la iglesia. Esta preciosa experiencia llevada a la iglesia será el medio para crear un bondadoso afecto mutuo. Cesarán las rencillas. La verdadera cortesía cristiana se verá entre los miembros de iglesia. El mundo tomará nota de que ellos han estado con Jesús y han aprendido de él. ¡Qué impresión haría la iglesia en el mundo si todos los miembros vivieran vidas cristianas!—Conducción del Niño, 521 (1903).
La muerte disipa las diferencias
Cuando la muerte cierra los ojos de una persona, y sus manos quedan cruzadas sobre el pecho inmóvil, ¡cuán pronto cambian las divergencias! Ya no hay amarguras ni resentimientos; los desprecios y yerros se olvidan y perdonan. ¡Cuántas palabras de cariño se dicen acerca de los muertos y cuántas cosas buenas de su vida se recuerdan! Se expresan alabanzas y encomios; pero caen en oídos que no oyen, sobre corazones que no sienten. Si esas palabras hubieran sido dichas cuando el espíritu cansado las necesitaba, cuando el oído podía oírlas y el corazón sentirlas […]. ¡Cuántos, mientras están de pie, embargados por la reverencia frente al silencio de la muerte, recuerdan con vergüenza y con pesar las palabras y los actos que infundieron tristeza al corazón que ahora esta paralizado para siempre! ¡Infundamos ahora en nuestra vida toda la riqueza, el amor y la bondad que podamos infundirle! Seamos serviciales, agradecidos, pacientes y tolerantes en nuestro trato unos con otros. Mientras viven aún nuestros hermanos, expresémosles en nuestro trato diario los sentimientos que suelen expresarse al lado de los moribundos y los muertos.—Joyas de los Testimonios 2:192 (1889).
MENTE CARÁCTER Y PERSONALIDAD TOMO #2 SECCIÓN #11: LOS PROBLEMAS EMOCIONALES Capítulo 53: CONTROVERSIA: POSITIVA Y NEGATIVA Por: Elena G De White Colaboradores: Liseth Orduz & América Lara