CUANDO LAS BENDICIONES SE VUELVEN MALDICIONES

Cuando era un joven emprendedor, el australiano Julian Archer escoltó a traficantes de drogas por Italia, negoció con terroristas en los Himalayas, acarició tarántulas en Argentina, y llegó a tener millones de dólares. Ahora, como dirigente de la Iglesia Adventista en la región del Pacífico Sur, Julian cree que cuando una persona es financieramente bendecida, está en la etapa más peligrosa espiritualmente de su vida. «Cuanto más rico me hacía, menos sentía mi necesidad de Dios», dice Julian. «Quería poner primero a Dios, pero también tantas otras prioridades urgentes; y amaba mucho el dinero y todo lo que me daba», agrega. En su libro Help! I ́ve Been Blessed! How to Stop God ́s Blessings From Becoming Curses [¡Ayuda! ¡He sido bendecido! Cómo evitar que las bendiciones de Dios se vuelvan maldiciones], Julian cuenta cómo llenó su corazón con las bendiciones de Dios en lugar de con Dios mismo. Como miembro de iglesia, sabía que Jesús hace la pregunta: «¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?» (Mat. 16: 26). También sabía que Jesús dijo que no podemos amar a Dios y al dinero. Pero ¿cómo puedo cambiar mi corazón?, se preguntaba Julian. Finalmente entendió que ser miembro de iglesia no evita que alguien ame el dinero.

En su libro relata cómo, por la gracia de Dios, aceptó la invitación a enamorarse de Jesús y seguirlo adonde lo guiara. «Como resultado, vendimos el negocio familiar, aumentamos nuestra dadivosidad sistemática y sacrificial acorde a las prioridades de Dios, y comenzamos a poner primero a Dios. Todavía me cuesta mantener los ojos en Jesús cada momento del día, pero he aprendido esta lección poderosa: cuando aumentan mis bendiciones, mis rodillas deben doblarse», dice Julian.

Al comprender el riesgo de ser bendecido, Julián escuchó la invitación de Jesús y le entregó su vida. La narrativa de esta semana se enfocará en un personaje bíblico que también recibió bendiciones y escuchó el llamado de Dios, pero no lo siguió. ¿Cómo pueden aprender de aquel error quienes viven en el tiempo del fin, y tomar decisiones acertadas mientras haya tiempo?

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• Escribe Mateo 19: 16 al 22 en la versión bíblica que prefieras.
• Si tienes poco tiempo, escribe Mateo 19: 21 y 22. También puedes parafrasear el texto con tus propias palabras, bosquejarlo o hacer un mapa conceptual del capítulo.

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