ORAD Y TRABAJAD POR LA SALVACIÓN DE VUESTROS HIJOS—
Enseñad a vuestros hijos que el corazón debe ser preparado para que ejerza dominio propio y abnegación. Los motivos de la vida deben estar en armonía con la ley de Dios. Nunca estéis satisfechos de que vuestros hijos crezcan apartados de Cristo.
Nunca os sintáis tranquilos mientras estén fríos e indiferentes. Clamad a Dios día y noche. Orad y trabajad por la salvación de las almas de vuestros hijos. “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”. Es el muelle real y la péndola del carácter. * Sin el temor de Jehová, no alcanzarán el gran propósito de su creación.—The Review and Herald, 23 de abril de 1889.
*La Hna. White usa como ilustración a dos de las partes más delicadas del mecanismo de un reloj para indicar la vital importancia del “temor de Jehová” (N. del T.).
PROCEDED COMO EDIFICADORES DEL CARÁCTER—
Los padres adventistas del séptimo día deben comprender más plenamente sus responsabilidades como edificadores del carácter. Dios les ofrece el privilegio de fortalecer su causa por la consagración y las labores de sus hijos.
Desea ver reunida en los hogares de nuestro pueblo a una gran compañía de jóvenes que, a causa de las influencias piadosas de sus padres, le hayan entregado su corazón, y salgan a prestar el más alto servicio de sus vidas.
Dirigidos y educados por la piadosa instrucción del hogar, la influencia del culto matutino y vespertino, el ejemplo consecuente de los padres que aman y temen al Señor, han aprendido a someterse a Dios como Maestro, y están preparados para rendirle un servicio aceptable como hijos e hijas leales. Estos
jóvenes están preparados para representar ante el mundo el poder y la gracia de Cristo.—Consejos para los Maestros, Padres y Alumnos, 124.
CONDUCCIÓN DEL NIÑO SECCIÓN #19 * El Día del Cómputo Final * Cap. 82: “LA HORA ES TARDÍA” Por: Elena G De White Colaboradores: América Lara & Adriana Jiménez