Versículo para hoy: «Si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa». Apocalipsis 3:20

LAS GRULLAS son aves que poseen las patas, el cuello y el pico muy largos. Están dotadas de excelentes capacidades voladoras, que les permiten realizar cada año largos viajes. Una de tantas características que tienen las grullas es que, mientras están volando, cada una emite un sonido constante que le permite ser reconocida por su pareja y por los miembros de la familia. El sonido se intensifica durante los aterrizajes y despegues, por la confusión de los movimientos de la bandada.

Si algún miembro se aparta del grupo, es buscado por el líder emitiendo el sonido familiar. Cuando el ave perdida escucha el sonido, contesta de la misma manera, haciéndole saber en dónde se encuentra. Este sonido distintivo les permite ser reconocidas aun cuando no puedan ser vistas. ¿En tu familia tienen algún silbido familiar? Cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, salíamos a jugar y, en medio del bullicio, escuchábamos un silbido familiar que solo mi mamá podía hacer. Entonces sabíamos que ella nos estaba llamando.

Jesús nos habla de diferentes maneras. A algunos profetas de la Biblia los llamó por medio de un silbo apacible; a otros, a través de visiones, de sueños, de ángeles, de personas y hasta de animales. Hoy, Jesús te llama a través de la Biblia, de una predicación, de un canto, de un consejo de tus padres, de un familiar o de un amigo que nos quiere mucho. Pero, eso sí, Jesús te llama constantemente; porque desea que escuches su voz.

Oración: Gracias, Jesús, porque aunque no puedo verte, puedo reconocer tu voz Te amo. Amén.