«ME SALVÓ DE LA FOSA MORTAL, ME LIBRÓ DE HUNDIRME EN EL PANTANO, AFIRMÓ MIS PIES SOBRE UNA ROCA; DIO FIRMEZA A MIS PISADAS» SALMO 40:2
¿Alguna vez te has sentido desanimado, como si estuvieras en un pozo sin salida? Esta historia muestra la perseverancia y paciencia de un caballo que, a pesar de su situación, logró salir del pozo.
Un hombre tenía una hacienda, con él trabajaban algunas personas y unos caballos que le ayudaban a mantenerla. Lamentablemente este hombre no tenía muchos recursos económicos. Cierto día llegó un capataz corriendo y le dijo que uno de sus caballos se había caído en un viejo pozo abandonado muy profundo, lo que haría muy difícil su rescate.
El hombre corrió al lugar del accidente para verificar que su caballo no estuviera lastimado. Luego evaluó la situación y se dio cuenta de que por ellos mismos no podrían sacar el caballo del pozo, y él no contaba con el dinero para pagar que vinieran con maquinarias a intentar rescatarlo. Con mucha tristeza les dijo a sus trabajadores que la única opción era sacrificar al animal echándole tierra hasta que este quedara enterrado. Los hombres obedecieron y comenzaron a intentar cubrir al caballo con tierra. Lo interesante es que cuando ellos le tiraban tierra, este se la sacudía y la acumulaba al fondo del pozo. De esta manera, los hombres se dieron cuenta de que el caballo no permitía que lo enterraran e iba subiendo poco a poco, hasta que llegó a la altura en la que pudo salir de allí.
Muchos niños se sienten poco valorados por la familia, los compañeros, los profesores o los amigos, por diferentes razones. Esto puede provocar sentimientos de tristeza, soledad y desánimo. Otros no solo se sienten poco valorados, sino que además sufren de algún tipo de abuso de personas que pareciera que les están «tirando tierra para aplastarlos», así como la historia de este caballo. Si este es tu caso, lo que deberías hacer es sacudir la cabeza, intentar esquivar la «tierra» cuando te caiga sobre el rostro y usar esa misma tierra para pararte sobre ella y salir adelante.
Esto requiere ser paciente y perseverante. Si alguna vez te sientes así, sin ganas de luchar por salir del pozo, ¡sigue batallando! No te desanimes. Recuerda que Dios está a tu lado para librarte de todo mal. Él desea rescatarte, aunque pienses que el pozo es demasiado profundo. ¡Para Dios nada es imposible! No dejes de perseverar jamás, y él hará el resto.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2022. “UN RAYITO DE LUZ PARA CADA DÍA” Por: «Gabriela Ruth Brizuela de Graf Ninayette Galleguidos Treviño Magaly Tuesta Viveros de Alaña Mirta de Samojluk Cinthya Samojluk de Graf» Colaboradores: Uriel Agustin & Karla González.