Versículo para hoy: «Mas para vosotros […] nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación». Malaquías 4:2, RV95
LA FORMA DE SU CUERPO ALARGADO, sus ojos grandes y sus dos pares de alas —que hacen que vuelen en todas direcciones y a una gran velocidad, que crean un zumbido y que tienen un color brillante al atravesar la luz del sol— hacen que las libélulas sean insectos fascinantes.
Un aspecto sorprendente de las libélulas es que, para poder volar, tienen que calentar su cuerpo y sus alas.
Lo hacen a través de los zumbidos que realizan con ellas, posándose en lugares donde les da el sol para recibir su energía.
¡Qué maravillosa lección nos deja la libélula! Tú y yo tenemos que ir al Sol para recibir nuestra fuerza; pero no hablo del sol que calienta la tierra y que ayuda a las plantas en su crecimiento.
Me refiero al Sol de justicia que es Jesús, que alumbra nuestra vida, nos hace felices y fuertes, y nos da la hermosura de su propio carácter para seguir creciendo e irradiar su luz a los demás.
¿Quieres que los delicados rayos de Jesús se reflejen en tu vida?
Entonces acércate a él cada día, como la libélula busca la luz del sol.
Oración: Gracias, Jesús, porque nos das tu luz para crecer y para compartir tu amor con los demás. Te amo. Amén
Tomado de: Lecturas Devocionales para Preescolares 2022 «ANIMALES CURIOSOS Y OTROS RELATOS» Por: VANESSA MÉNDEZ VILLALOBOS Colaboradores: Magda Sanchez & Sebastian Rondon