«A TI, DIOS DE MIS PADRES, TE DOY GRACIAS Y TE ALABO, PORQUE ME HAS HECHO SABIO Y FUERTE».DANIEL 2:23
De niña, varias cosas me llenaban de alegría. Una de ellas era comenzar un cuaderno nuevo. Mi madre, que era muy sabia, nunca hacía por mí lo que yo podía hacer por mi misma. Así que, yo sola elegía el papel y forraba el cuaderno nuevo. A mis seis años, la obra no quedaba muy perfecta que digamos, pero aprendí a usar mis manitas con agilidad. Lo mismo sucedía con hacer la cama, lavar los platos, tejer y barrer el piso.
Pero volvamos a esas páginas en blanco que me esperaban para ser llenadas. Si hubiese habido un modo para terminar el cuaderno anterior más rápido, lo hubiese usado. ¡Por fin llegaba el día de abrir esas hojas tan blancas y relucientes! Me prometía a mí misma hacer buena letra, pintar con cuidado mis dibujos y subrayar los títulos.
Con los años, pienso en cada día como una «página en blancos› para ser «escrita» con acciones sabias. Pero ¿Qué es la sabiduría? Sabiduría es pensar actuar, hablar cantar crecer y vivir como lo haría Jesús si estuviese en nuestro lugar. El Salmo 90: 12 dice: «Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría». ¿Sabes quién escribió esta hermosa oración? Fue Moisés. Un experto en contar días y aprovechar cada uno de ellos. Pasó sus días hasta los doce años en un hogar amoroso, con sus padres Jocabed y Amram. Imagino que no habrá sido suficiente el tiempo para jugar con sus hermanitos: María y Aarón. Su vida como esclavos no era fácil, pero el breve tiempo que estuvo en ese hogar, sencillo y humilde, sirvió para que aprendiera lecciones imborrables del amor del Padre celestial. Hasta los cuarenta años vivió como príncipe, pero sin asimilar los saberes errados de los egipcios en cuanto a creencias. Y de allí al desierto de Madián, a cuidar ovejitas paciente y humildemente hasta los ochenta años. Muchos, ¿verdad? Pero Moisés no sabía que lo mejor estaba por llegar: sacar al pueblo de Israel de Egipto. Liberarlos, guiados por Dios, hacia la Tierra Prometida. Lleno de sabiduría del cielo, cumplió la misión. Y vivió hasta los ciento veinte años, pero sigue contando los días de la eternidad en el cielo, ya que Jesús lo resucitó y está con él en el cielo.
Lee el versículo de hoy. Y tú y yo, ¿podremos hacer esta oración también? Claro que sí, y ¡Cuánto le agrada a Dios que la hagamos!
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2022. “UN RAYITO DE LUZ PARA CADA DÍA” Por: «Gabriela Ruth Brizuela de Graf Ninayette Galleguidos Treviño Magaly Tuesta Viveros de Alaña Mirta de Samojluk Cinthya Samojluk de Graf» Colaboradores: Uriel Agustin & Karla González.