«¡Haz, pues, que tu padre y tu madre se sientan felices y orgullosos!». Proverbios 23: 25
HACE MUCHO TIEMPO, los niños creían que una cigüeña los traía de París colgando de su pico, entre un pañal blanco, y los entregaba a sus padres. Creían esto porque las cigüeñas son madres ejemplares: cuidan a sus hijos con mucho cariño toda la vida. Hacen un enorme nido sobre los techos de las casas o en lugares altos, lo preparan y lo mantienen en buen estado. De esta forma, cuando sus polluelos crecen y vuelan del nido, los amorosos padres regresan al mismo nido. Lo más sorprendente es que los hijos cuidan a sus padres cuando ya están envejeciendo. ¿No te parece linda esta respuesta de amor de los hijos?
En la Biblia se encuentra la historia de una moabita llamada Rut, que se había casado con el hijo de Noemí. Pasado un tiempo, el marido de Noemí y el de Rut fallecieron. Entonces Noemí le dijo a Rut que volviera con su familia, pues ella era anciana y no tenía nada que ofrecerle. Pero Rut decidió quedarse con Noemí y cuidarla en su vejez, porque se sentía agradecida por el amor y el conocimiento de Jesús que Noemi le había dado.
Un día crecerás, tendrás un trabajo y una linda familia. Pero nunca te olvides de alegrar la vida de tu papá y de tu mamá cuidándolos y proveyéndoles de sustento cuando estén ancianitos. Ellos lo están haciendo contigo. ¿tú lo harás por ellos?
Oración:Querido Jesús, quita el egoísmo de mí y haz que pueda cuidar a mi papá y a mi mamá cuando estén ancianitos. Amén.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Preescolares 2022 «ANIMALES CURIOSOS Y OTROS RELATOS» Por: VANESSA MÉNDEZ VILLALOBOS Colaboradores: Silvia García & Sebastian Rondon