Una manera de definir la obtención de conocimiento es «adquirir datos o información ». La sabiduría, sin embargo va mucho más allá de esto. Sabiduría es tener la capacidad de usar ese conocimiento de la manera correcta: con buen criterio, un juicio sano, una perspectiva integral y en base a todo lo aprendido a través de la experiencia. Santiago señala que hay diferentes tipos de sabiduría y, al igual que otros atributos que ha expuesto hasta ahora, la clase de sabiduría de la que él está hablando también se manifiesta externamente en nuestra vida.
Aunque Santiago menciona otras características de la sabiduría en los versículos que continúan, la primera que menciona es la mansedumbre. Cuando el conocimiento no pasa por el filtro de la sabiduría, puede conducir fácilmente a la arrogancia, que consiste en tener una imagen completamente desproporcionada de nuestra propia importancia personal. Esto quizás se debe a la tendencia natural humana hacia el egoísmo o al error de utilizar el éxito como el determinante del valor de las personas. En cualquier caso, casi todo el mundo tiene a alguien en mente que le parece arrogante por la forma en que expresa lo que «sabe» sobre algo. Cuando la sabiduría se maneja de forma correcta, permite que la persona vea su conocimiento en su contexto y que también se vea a sí misma en el contexto adecuado. A este «contexto adecuado» también se le puede llamar realidad, y resulta en mansedumbre.
En la lección de esta semana veremos que no toda la sabiduría se crea de la misma manera, pero el cristiano no tiene que estar confundido sobre lo bueno y lo malo. Al igual que todo lo demás, la evidencia está en el fruto.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2022. 2do. trimestre 2022 INVERSO Lección 7 «SABER NO ES SUFICIENTE» Colaboradores: Estrellita Hernandez & Mayra Cota