«Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que este ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien». Josué 1: 8.
Un día fuimos a visitar a una familia amiga y estaban muy tristes. Les preguntamos qué había sucedido y nos contaron que habían puesto ese año a su perrito en una escuela de perros. Pronto sería la graduación, pero tristemente su perrito no podría estar en la ceremonia ya que había reprobado el año. No había aprendido a obedecer. ¡No seguía las indicaciones de su instructor! Toda la familia estaba apenada por no poder celebrar el éxito de su amada mascota.
Aunque esta historia te parezca graciosa, es real y me enseñó varias cosas que quiero compartir contigo. Primero, obedecer trae gozo. En otras palabras, obedecer nos evita lágrimas y problemas. Al leer algunas historias de la Biblia, podemos ver que los que desobedecieron, tuvieron consecuencias negativas, que les trajeron tristeza, arrepentimiento y sufrimiento.
Segundo: como en la historia del perrito, no solo sufre el que desobedece, sino también los que están alrededor y aman al desobediente. Dios mismo sufre cuando no seguimos sus instrucciones, ya que él nos las da para nuestro propio bien.
Tercero, se pierde la celebración. En muchos casos las celebraciones son pequeñas, como esta graduación del perrito o un premio, un helado, una salida a pasear… Sin embargo, una celebración que no te puedes perder por ser desobediente es la que te espera en el cielo: la corona, la túnica blanca, la gran cena, el encontrarte con Jesús y poder verlo, postrarte a sus pies, hacerle preguntas, conversar con él, recibir una mansión junto a tu familia, encontrarte con amigos, familiares y con tantos personajes bíblicos que fueron obedientes y amaron a Dios en la tierra. ¡Hay demasiado que celebrar en el cielo! Ni tú ni nadie debería perderse esta celebración por ser desobediente a la voz de Dios y a sus mandamientos.
Si miras a tu alrededor verás que los niños obedientes siempre son más felices y tienen hogares más felices. Si hasta aquí no has sido muy obediente, decide hoy mejorar, ya que el más beneficiado si aprendes a obedecer ¡serás tú! Ya verás como la bendición y la recompensa de Dios vendrán sobre tu vida. En tu hogar habrá más armonía, y sentirás satisfacción y paz en tu corazón.
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2022. “UN RAYITO DE LUZ PARA CADA DÍA” Por: «Gabriela Ruth Brizuela de Graf Ninayette Galleguidos Treviño Magaly Tuesta Viveros de Alaña Mirta de Samojluk Cinthya Samojluk de Graf» Colaboradores: Uriel Agustin & Karla González.