Versículo para hoy:«Diosnos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo». Efesios 1:5
LAS ARDILLAS son tan activas, que las podemos ver cruzando un camino o subiendo de manera rápida por el tronco de un árbol. Pero una cualidad que tiene este roedor, que llama mi atención, es que es generoso. ¿Sabes por qué? Porque las ardillas son capaces de adoptar a una cría que ha quedado huérfana o ha sido abandonada por sus padres, y la tratan como si fuera propia.
Así como la ardillita adopta a las crías huérfanas, también hay niños que son adoptados por algún familiar que los ama mucho; los educan y los tratan como si fueran sus propios hijos. ¡Qué lindo que alguien ame de esa manera, y más afortunado el que encuentra quién lo ame!
La historia bíblica nos cuenta que Mardoqueo adoptó a su prima Hadasa como su hija, pues no tenía papá ni mamá, ya que habían muerto. Era tanto el amor de padre que le tenía a Hadasa, que ella le brindó amor, respeto y obediencia en todo lo que le decía. Así se convirtió en la reina Ester de Persia, la cual pudo salvar a su pueblo.
Nosotros también somos afortunados de que Dios nos haya adoptado como sus hijos. Nos dio lo más valioso que tenía, ¿sabes qué es? A su único Hijo, a Jesús, para que muriera por ti y por mí, demostrándonos de esa forma su inmenso amor por nosotros.
Oración: Gracias, Jesús, por adoptarme como tu hijo. Te amo. Amén.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Preescolares 2022 «ANIMALES CURIOSOS Y OTROS RELATOS» Por: VANESSA MÉNDEZ VILLALOBOS Colaboradores: Silvia García & Sebastian Rondon