Hombre y Mujer
Dios creó al hombre conforme a su propia imagen. No hay en esto misterio. No hay fundamento alguno para la suposición de que el hombre llego a existir mediante un lento proceso evolutivo de las formas bajas de la vida animal o vegetal. Estas enseñanzas rebajan la obra sublime del Creador al nivel de las mezquinas y terrenales concepciones humanas. Los hombres están tan decididos a excluir a Dios de la soberanía del universo que rebajan al ser humano y lo privan de la dignidad de su origen. El que colocó los mundos estrellados en la altura y coloreo con delicada maestría las flores del campo, el que llenó la tierra y los cielos con las Maravillas de su poder cuando quiso coronar su gloriosa obra, colocando a alguien para regir la hermosa tierra, supo crear un ser digno de las manos que le dieron vida. La genealogía de nuestro linaje, como la sido revelada, no hace remontar su origen a una serie de gérmenes, moluscos o cuadrúpedos, sino al gran Creador. Aunque Adán fue formado del polvo, era el «hijo de Dìos» (Luc. 3:38). […]
El hombre había de llevar la imagen de Dios, tanto en la semejanza exterior como en el carãcter. Aunque únicamente Cristo es «la misma imagen» del Padre (Heb. 1: 3), el hombre fue creado a semejanza de Dios. Su naturaleza estaba en armonía con la voluntad de Dios. Su mente era capaz de comprender las cosas divinas. Sus afectos eran puros, sus apetitos y pasiones estaban bajo el dominio de la razón. Era santo y se sentía feliz de llevar la imagen de Dios y de mantenerse en perfecta obediencia a la voluntad del Padre.
Cuando el hombre salió de las manos de su Creador era de elevada estatura y perfecta simetría. Su semblante llevaba el tinte rosado de la salud y brillaba con la luz y el regocijo de la vida. La estatura de Adán era mucho mayor que la de los hombres que habitan la tierra en la actualidad. Eva era algo más baja de estatura que Adán; no obstante, su figura era noble y llena de belleza. La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los Ángeles. Mientras vivieron obedeciendo a Dios, esta vestimenta de luz continuó revistiéndolos. [..,]
Dios mismo dio a Adán una compañera. Le proveyó de una «ayuda idónea para él’, alguien que realmente le correspondía, una persona digna y apropiada para ser su compańera y que podría ser una sola cosa con él en amor y compañerismo. Eva fue creada de una costilla tomada del costado de Adán; este hecho significa que ella no debía dominarle como cabeza, ‹ tampoco debía ser humillada y hollada bajo sus pies como un ser inferior sino que más bien debía estar a su lado como su igual, para ser amada y protegida por él. Siendo parte del hombre, hueso de sus huesos y came de su came, era ella su segundo yo; y quedaba en evidencia la unión íntima y afectuosa que debía existir en esta relación. “Pues nadie odio jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y to cuida’ “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola came» (Efe. 5: 29; Gén. 2: 24)».— Elena G De White, cap. 2, pp. 24-26
1.- ¿Qué lecciones crees que debe aprender el mundo a tu alrededor?
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Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2021.
3rd. trimestre 2021 “LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS DE LA SEXUALIDAD”
Lección 08«El sexo en el matrimonio: las diferencias»
Colaboradores: Israel Esparza & Mayra Cota