VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
Sigan y honren solo al Señor su Dios » cumpla n sús mandamientos, y escuchen, su voz y ríndanle culto; vivan unidos él»(Deuteronómio :13:4)
MENSAJE:
Adoramos a Dios cuando le obedecemos por amor
REFERENCIAS: Josué 23; 24 • Patriarcas y profetas;cap. 49 ‘. Creencias fundamentales 12,3, 14 .
¿Has notado la actitud que asumen tus abuelos cuando comienzan a contar historias de antaño? Esa debe de haber sido la misma actitud que el anciano Josué asumió cuando comenzó a recordarle al pueblo el cuidado que Dios había tenido con ellos. Tenía casi ciento diez años. ¡Muchísimo tiempo siendo testigo de la dirección de Dios!
Mucha tiempo atrás, cuando Josué era joven; él y su amigo Caleb fueron parte del grupo de doce espías enviados a reconocer Canaán, la tierra ::¡ue Dios le había prometido a su pueblo. El pueblo deseaba saber, antes que nada, si la tierra era rica y abundante como habían escuchado; si realmente allí abundaba la leche y la miel (Éxodo 3: 8). Antes de comenzar a soñar, querían saber si realmente era posible conquistarla. De los doce hombres enviados en aquella misión, Caleb y Josué fueron los únicos que creyeron que Dios les daría todas las cosas que habían visto: casas, tierras productivas, viñedos, rebaños. Pasaron otros cuarenta años antes de que Dios les diera la tierra de Canaán a los israelitas, porque muy pocos habían creído que él sería capaz de hacerlo. Pero finalmente, con la ayuda de Dios, los hijos de Israel conquistaron Canaán, y ahora vivían en los poblados y casas de aquella fértil tierra. La Biblia dice que Dios leS>.. había dado paz. El abuelo Josué quería que sus nietos y bisnietos continuaran viviendo en paz y prosperidad; por eso, antes de morir, reunió a todos cerca del tabernáculo y ofreció sus últimas palabras de advertencia y consejo.
Josué comenzó recordándole al pueblo todo lo que Dios había hecho por ellos. Habían obtenido aquella tierra por el poder de Dios, no por poder propio. Jehová los había guiado durante todo aquel tiempo. Josué advirtió al pueblo que no hicieran amistad con los adoradores de ídolos de los países vecinos. La primera advertencia era que se mantuvieran lejos de ellos. Luego Josué compartió un detalle importante con ellos. El asunto era que una vez que se hace amistad con los malvados, ya no nos parecen tan malos. Es imposible hacer amistad con los seguidores de Dios y con los seguidores de Satanás al mismo tiempo.
Lamentablemente, los seguidores de Satanás serían como trampas para ellos. Josué advirtió al pueblo que esas trampas los atraerían una y otra vez. Las prácticas malignas los cegarían de tal manera que no serían capaces de ver el error. Finalmente, la tierra de Canaán volvería a sus moradores originales si los israelitas se olvidaban de Dios. Josué no estaba amenazando al pueblo, estaba llamando su atención ante la secuencia natural de la causa y el efecto. Si una mujer israelita se casaba con un hombre cananeo que adoraba ídolos, su hijo mayor heredaría la propiedad a la muerte de sus padres. Si aquel hijo se casaba con una cananea, ya no habría entonces seguridad de que Dios estaría con esa familia, y la propiedad pasaría nuevamente a manos de los cananeos, como Josué anunciaba. Pero supongamos que los seguidores de Dios se casaran solo con seguidores de Dios, y que todos los israelitas continuaran adorando a Dios y siguiendo sus lineamientos para la felicidad del pueblo.
Entonces la tierra continuaría perteneciéndoles, y seguirían viviendo felices y en paz, al igual que sus abuelos. Al final de su discurso, Josué le dijo al pueblo que tenían que tomar una decisión. Podrían mantener la posesión de aquella tierra si escogían seguir la dirección de Dios y adorarlo · únicamente a él. Pero antes debían deshacerse de los ídolos. Cada día deberían decidir a quién iban a adorar: a Dios o a Satanás. Esa decisión implicaba dos acciones: enfrentar a una persona y darle la espalda a otra. Cuando alguien sigue a Jesús, le da la espalda a Satanás. Josué les comunica su elección personal. Él y su familia habían decidido adorar a Dios. El pueblo respondió de igual forma. Josué entonces tomó una piedra y la colocó debajo de un árbol, cerca del tabernáculo, diciendo: «Esta piedra servirá de testigo contra ustedes.
Ella ha escuchado todas las palabras que el Señor nos ha dicho hoy.
Testificará contra ustedes en caso de que ustedes digan falsedades contra su Dios» (Josué 24: 27).
Josué murió poco tiempo después, a la edad de ciento diez años; pero si en algún momento alguien vacilaba acerca de la decisión que había tomado el pueblo, todo lo que debía hacer era ir al tabernáculo y meditar en lo que decía aquella piedra.
La misma era el recordatorio de la decisión de vivir una vida feliz y en paz, en adoración al Dios verdadero.
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Lección de Escuela Sabática para MENORES.
3rd. Trimestre 2021 <LA GRACIA DE DIOS NOS DA LA VICTORIA>
Lección 08: «DECIDE HOY A QUIÉN SERVIRÁS»
Colaboradores: Karla González & Xiomara Perdomo
