Lección E. Sabática Universitarios 2021 Para el: 19 julio
Los métodos anticonceptivos
En un mundo que solo busca el placer, los anticonceptivos y el aborto suelen ser métodos comunes para mitigar el riesgo asociado con la actividad sexual ilícita. Analizaremos el tema de la sexualidad prematrimonial en otra lección, así que para nuestra discusión actual, supongamos que las partes involucradas están casadas.
Si el sexo fuera exclusivamente para la procreación, no habría discusión en el hecho de que la anticoncepción, en cualquiera de sus formas, Sería inaceptable. Pero algunos podrían argumentar que dado que Dios es el que abre (ver, por ejemplo, Génesis 29: 31; 30: 22) y cierra (ver 1 Samuel 1: 5) el útero, usar métodos anticonceptivos es como jugar a ser Dios. Rechazar cualquier método anticonceptivo aumentaría significativamente la posibilidad de embarazo, lo que se traduciría en familias numerosas. Sin embargo, dado que ya hemos establecido que el parecer es parte de la intención de Dios para la sexualidad y que el sexo no es solo una necesidad biológica para la procreación, hay otros factores a tener en cuenta. Estos son algunos principios que toda pareja cristiana debe tener en cuenta en su vida sexual.
La temperancia
Este principio consiste en practicar las cosas buenas con moderación y restringir las que son dañinas. Elena G. de White escribió: «La verdadera temperancia nos enseña a abstenernos por completo de todo lo perjudicial, y a usar moderadamente lo que es saludable» (Patriarcas y profetas, cap. 54, p. 545). Claramente, esto se traduce en la abstinencia de la indulgencia sexual para los solteros, pero también significa que los que están casados deben practicar la moderación en su vida sexual. El propósito de la anticoncepción no es eliminar la necesidad de autocontrol, ni siquiera dentro del matrimonio. Del mismo modo, si bien la llegada de los niños a un hogar cristiano amoroso es una bendición, la pareja debe tener presente su capacidad para mantener a los niños con tos que Dios los ha bendecido.
La mayordomía
Como mayordomos de Dios, los cristianos reconocen que los hijos que reciben les son entregados en fideicomiso. Es su responsabilidad ante Dios asegurarse de atender las necesidades materiales, emocionales y espirituales de sus hijos. Por tal motivo, la pareja debe hacer planes para asegurarse de que podrán satisfacer las necesidades de sus hijos (ver Luc. 14: 28).
Otras consideraciones como la mayordomía del planeta, sus recursos les y no crear una carga económica indebida a la sociedad también son factores a tener en cuenta.
La confianza en Dios
Aunque una pareja planifique y tome las precauciones necesarias, la posibilidad de un embarazo sigue presente (incluso si se considera médicamente imposible, ver Génesis 17: 17; 18: 12). Esta posibilidad refuerza la necesidad de confiar plenamente en que Dios guía la vida del cristiano. Además, si el hecho mismo de que se necesitan dos personas para realizar el acto sexual no es un recordatorio suficiente de que no debemos ser egoístas, la posibilidad de que un ser humano sea concebido en el acto si deberá serlo.
En última instancia, Dios es el Autor de la vida y solo él puede terminaría legítimamente. Si bien debemos planificar nuestra familia bajo un espíritu de oración, estos planes deben ponerse a los pies de Aquel que conoce lo que es mejor para nuestro bien.
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Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2021.
3rd. trimestre 2021 “LOS PRINCIPIOS BÍBLICOS DE LA SEXUALIDAD”
Lección 04«Sexo increíble»
Colaboradores: Israel Esparza & Mayra Cota
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