“Él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1).
Efesios 2 es un capitulo espectacular; más aun recordando que fue escrito desde la prisión. Sin quejas ni reclamos, escribió palabras de esperanza y de ánimo. En este capítulo, seis verdades profundas destacan el amor de Dios por nosotros:
1.-En el pasado, sin Dios, vivíamos lejos de él y éramos hijos de la ira, sin esperanza y sin rumbo en la vida. Estábamos muertos espiritualmente.
2.-Dios nos ha encontrado y nos ha dado vida en Cristo. Perdonó nuestros pecados a causa de su inmenso amor y no por nuestros méritos.
3.-Somos salvos por la gracia, como don de Dios. De tal forma que nadie debe creer que tiene algún mérito en la salvación.
4.-Porque somos salvos, debemos practicar las buenas obras que Dios quiere que practiquemos.
5.-No somos más extranjeros, sino ciudadanos del Reino de Dios, miembros de la familia de nuestro Padre Celestial.
6.-Todo eso solamente es posible porque Cristo es nuestra única y suficiente Roca de la salvación.
Se cuenta que un joven Martín Lutero caminaba por los densos bosques alemanes buscando paz, cuando comenzó una fuerte tormenta, con rayos, vientos y copiosa lluvia. Pensando que iba a morir, hizo un voto a Dios: “Si me salvas, seré sacerdote”.
Al terminar la oración, el cielo se despejó. Conforme a su promesa, ingresó en un monasterio y se convirtió en sacerdote. Ayunó, oró y se azotó con látigos. Pero no encontró paz.
Una noche, aprendió que el único camino es Jesús. Leyó que Dios nos ama y que dio a su Hijo, y que si confesamos los pecados él nos perdona. Aquella noche tuvo un sueño espantoso. Satanás le mostró una lista con todos sus pecados: mentiras, codicias, engaños, falta de honradez y enojos. Entonces, el Diablo le dijo: “La Biblia dice que la paga del pecado es la muerte. Por eso, estás condenado a muerte”. Lleno de culpabilidad y angustia, Lutero vio que Satanás apretaba con sus manos un pergamino. “En el nombre de Cristo, mueve tu mano”, gritó Lutero. Al mover su mano, se leyó: “La sangre de Jesucristo limpia a Martín Lutero de todo pecado”.
Como Pablo, los gentiles, Lutero o nosotros, el enemigo nos acusa. Sin embargo, nadie necesita permanecer muerto. Dios es el único que puede organizar una fiesta en un cementerio y resucitarnos de la muerte a una vida para siempre.
#MatinalDeAdultos
#RadioJovenAdventista
#MeditacionesDiarias
Tomado de: Lecturas Devocionales para Adultos 2021
«PABLO REAVIVADOS POR UNA PASIÓN»
Por :BRUNO RASO
Colaboradores: Paty Solares & Dulce Ramirez