«Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas. A los vendedores de palomas les dijo: “¡Saquen esto de aquí! ¡No hagan un mercado de la casa de mi Padre!”». (Juan 2: 13-16)
APLÍCALA A TU VIDA
Aunque no lo creas, así como se mencionó en el Texto clave, aún hay muchos ejemplos de materialismo dentro de las iglesias. Se escuchan historias de pastores que roban a sus rebaños. En ocasiones, las personas no comprenden la manera en que su irreverencia evidencia una falta de respeto para su Creador. En el templo, Jesús mostró su molestia cuando procuró que la gente
comprendiera que todos los sacrificios eran sagrados y señalaban a su sacrificio supremo en la cruz. Reflexiona en lo que Jesús pensó al ver que los judíos convertían su lugar de adoración en
una cueva de ladrones. Esta historia debe hacernos más conscientes de que debemos mostrar más reverencia a nuestro Creador y Salvador.
Lección de Escuela Sabática para Jóvenes.
1er. Trimestre 2021 “SE HIZO HOMBRE”
Lección 11: «¡FUERA DE MI CASA!»
Colaboradores: Karla González & Uriel Agustin