Si lo piensas bien, el cielo puede ser de muchos colores ¿verdad? Depende si está amaneciendo, si es por la mañana, por la tarde o está anocheciendo. Pero, como dice la Biblia y puedes observar cada mañana, el cielo generalmente es de color azul.
¿Te has preguntado alguna vez por qué? En realidad, el cielo no es azul, pero nosotros lo vemos de ese color.
El color que vemos es la luz del Sol que se refleja en la capa de aire que rodea la Tierra, que se llama «atmósfera». La luz que nos da el Sol tiene los mismos colores que el arco iris. Esa luz con todos esos colores tiene que cruzar esa capa de aire. De todos esos colores hay algunos que son más valientes y atrevidos, y consiguen atravesarla; mientras que hay otros, que son menos valientes y no lo consiguen. El color azul no consigue cruzar la capa de aire que rodea la Tierra y se queda allí atrapado, en el aire. Por eso ves de color azul esa capa de aire, que llamamos «cielo».
¿Quién crees que decidió que la luz del Sol produjera ese bonito color azul en el cielo?
Sí, Dios creó el cielo el segundo día de la Creación. Puedes leerlo en Génesis 1: 8.
Cada vez que te levantes por la mañana y mires el cielo azul, recuerda quién lo creó y ¡no te olvides de darle las gracias hoy en tu Diario de Oración!
Tomado De: Lecturas Devocionales Para Menores 2021.
“¡VAMOS A JUGAR!”
Por: «RAQUEL RODRÍGUEZ MERCADO» Colaboradores: Karla González & Rebeca Blancarte.