Mensaje Alabamos a Jesús por hacer tantas cosas por nosotros.
REFERENCIAS: LUCAS 22:39-46, 54; 23:25; EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, CAPS. 74, 75.
¿Alguna vez has tenido que hacer algo difícil? Jesús hizo algo verdaderamente difícil en tu favor
Después de cenar con sus amigos los discípulos, Jesús se fue a un jardín solitario.
—Oren por mí —les dijo Jesús.
Luego se fue más lejos para orar. Él sabía que muy pronto iba a morir.
—Padre —dijo—, yo no quiero sufrir, pero si es tu voluntad, lo haré.
Dios envió un ángel del cielo para darle ánimo a Jesús. El ángel le dijo palabras de consuelo, esperanza y valor.
Cuando Jesús volvió adonde estaban sus amigos, los encontró durmiendo. Precisamente cuando más los necesitaba, ellos estaban dormidos.
Luego, en medio de la oscuridad, los dirigentes y los sacerdotes judíos llegaron acompañados de soldados para apresarlo. De allí lo llevaron a la casa del sumo sacerdote.
Pedro los siguió y entró en el patio de aquella casa. Se sentó cerca del fuego que los guardias habían encendido para calentarse. Sin embargo una criada lo reconoció.
—¡Ese es uno de los seguidores de Jesús! —dijo, señalándolo. —Ni siquiera conozco a Jesús —exclamó Pedro atemorizado. Muy pronto alguien más observó detenidamente a Pedro. —Tú debes ser uno de los amigos especiales de Jesús —comentó. —¡No lo soy! —insistió Pedro.
—Este debe de ser uno de los discípulos de Jesús —dijo poco después otro hombre que observó el rostro de Pedro.
—¡No sé de qué estás hablando! —exclamó Pedro.
Jesús entonces miró a Pedro con ojos llenos de tristeza. ¡Pedro estaba avergonzado! Se apresuró a salir del lugar, llorando amargamente.
Mientras tanto los guardias le pusieron a Jesús una venda en los ojos. Luego un guardia lo golpeó fuertemente y otro le gritó:
—¡Tú eres profeta! ¡Dinos quién te ha golpeado!
Más tarde los dirigentes de los judíos se juntaron y le preguntaron a Jesús.
—¿Eres tú el Mesías?
—Pronto estaré sentado a la diestra de Dios —les contestó Jesús.
Los dirigentes se llenaron de ira. ¡Ellos querían que Jesús muriera! Pensaron que era el castigo apropiado para alguien que afirmaba era Dios. Pero los dirigentes judíos tuvieron que llevar a Jesús ante el gobernador romano, Pilato. Los dirigentes tomaron a Jesús y se dirigieron rumbo al palacio de Pilato. Este no creyó las mentiras que dijeron de Jesús, pero sentía temor de los dirigentes judíos. Finalmente Pilato dijo que haría lo que los dirigentes judíos le pedían. —¡Llévenselo! —ordenó. Los soldados lo vistieron con un manto de color púrpura. Hicieron una corona de agudas espinas y se la pusieron en la cabeza. Se arrodillaron frente a Jesús y lo adoraban para burlarse de él, luego ¡lo escupieron! Pero Jesús no luchó contra ellos. Estaba muy triste, aunque tampoco estaba enojado con los dirigentes o con los soldados. Él los perdonó porque los amaba. Jesús estuvo dispuesto a morir incluso por las personas que habían dicho mentiras acerca de él. Jesús iba a morir por ti y por mí.
Lección de Escuela Sabática para Jardín de Infantes.
1re. Trimestre 2021 SERVICIO
Lección 11: «JESÚS ME AMA»
Colaboradores: Mary Tovar & Sebastian Rondon & Antonio Orellana