¿Por qué utilizamos un pasaje que abarca cuatro capítulos completos de la Biblia para dar inicio a esta serie de estudios? Porque Isaías 24 al 27 es una unidad temática, y porque contiene el texto 24: 5-6, que es el que tendrás que copiar de tu versión preferida de la Biblia para profundizar en él esta semana. En estos dos versículos aparece bien delineado el tema del pacto eterno. Este tema tiene que ver con los conceptos de juicio y bendición, especialmente en los últimos días, cuando el Señor finalmente triunfará sobre el mal.
De esta directa y estremecedora introducción aprendemos varias cosas de vital importancia:
El «pacto eterno» existe, ya sea que hayamos oído hablar de él o no.
El «pacto eterno» es crucial en las Escrituras, no es fruto de la imaginación de los teólogos, no es un asunto trivial ni tampoco debe limitarse su estudio al seminario de Teología.
El pacto divino tiene una aplicación universal: «Me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con todo lo que tiene vida sobre la tierra» (Gén. 9: 16).
Incluye leyes y mandatos que, si se desobedecen, resultará en consecuencias devastadoras: «La tierra ha sido profanada por sus habitantes, porque han dejado de cumplir las leyes, han desobedecido los mandatos, han violado la alianza eterna» (Isa. 24: 5).
La consumación de ese pacto eterno y de los devastadores resultados que lo acompañan se pone de manifiesto en las Escrituras más adelante mediante la frase: «Con su sangre confirmó su alianza eterna» (Heb. 13: 20). Toda la revelación bíblica gira en torno a esa sangre de/pacto (o alianza) eterno.
Entre las graves circunstancias descritas en Isaías 24: 5-6, y la solución revelada en Hebreos 13: 20, se presenta una extensa trama. Comienza con un pasado remoto que incluye el pacto eterno, y continúa en la tierra con una serie de pactos (con Adán, Noé, Abraham, Israel, David y, finalmente, el nuevo pacto). Cada uno de esos pactos es considerado a su vez como «un pacto eterno», con el fin de concretar su relación con el pacto eterno. A través de estos pactos, Dios decidió ir revelando progresivamente el plan de salvación, tal como lo concibió en su mente y en su corazón «desde la eternidad» (2 Tim. 1: 9).
Nuestro propósito esta semana es que demos un amplio vistazo a toda esta narrativa, tal como se fue desarrollando en la sucesión histórica de otros pactos en ambos Testamentos. Así que, abróchate el cinturón de seguridad. Esta semana será intensa, ya que constituye un fundamento importante para el viaje de tres meses que tenemos por delante. No te preocupes si no lo captas todo perfectamente bien esta semana; tenemos mucho trayecto por recorrer antes de que concluya el estudio.
Cuando Dios inició y continuó dando vida a los seres que coronaban la creación, los abrazó y los arropó en un amor pactual. Él siempre los trataría a ellos como él deseaba que ellos lo trataran a él de haber estado en su lugar. Por ese motivo los creó con esos mismos rasgos morales de amor hacia él y hacia los demás.
Vayamos ahora al momento de la creación de nuestro mundo y de Adán
Copia de tu versión favorita de la Biblia Isaias 24-27.
Si tienes poco tiempo, escribe únicamente Isaias 24: 5-6.
También puedes parafrasear el pasaje o hacer un bosquejo del capitulo.
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2021. 2do. trimestre 2021 “Descifrando los Pactor” Lección 13 «EL PACTO ETERNO« Colaboradores: Israel Esparza & Misael Morillo