«Cada trabajador, conservando su individualidad, debe buscar trabajar en armonía con todos los demás trabajadores. Cada uno debe unirse a sus compañeros de trabajo en lazos de comunión cristiana y todos deben estar unidos al Señor. El objetivo de cada uno es ser un avance de la causa de la verdad. Cada uno debe buscar seriamente la impartición del Espíritu Santo.
»Todos deben hacer lo mejor. Todos deben seguir mirando a su Líder, estudiando las lecciones que ha dado en su guía de su pueblo desde el principio.
»Los que Dios elige como sus trabajadores no siempre son talentosos en la opinión del mundo. A veces elige a hombres no instruidos. Estos tienen un trabajo especial. Llegan a una clase a la que otros no podrían acceder. Al abrir el corazón a la verdad, se hacen sabios en y a través de Cristo. Sus vidas inhalan y exhalan la fragancia de la piedad. Sus palabras son consideradas cuidadosamente antes de pronunciarse. Se esfuerzan por promover el bienestar de sus semejantes. Llevan alivio y felicidad a los necesitados y afligidos. Se dan cuenta de la necesidad de permanecer siempre bajo el entrenamiento de Cristo para poder trabajar en armonía con la voluntad de Dios. Estudian la mejor manera de seguir el ejemplo del Salvador de llevar la cruz y negarse a sí mismos.
»Constantemente están aprendiendo del gran Maestro y siempre llegan a grados más altos de excelencia, sin embargo, todo el tiempo sienten su debilidad e ineficiencia. Son atraídos al cielo por su fuerte y amorosa admiración por Cristo. Practican sus virtudes, porque su vida se asimila a la de Cristo. Siempre se mueven hacia adelante y hacia arriba, son una bendición para el mundo y un honor para su Redentor. Cristo dice de ellos: “Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra” (Mateo 5: 5).
»Hay que alentar a esos trabajadores. Su trabajo está hecho, no para ser vistos por los hombres, sino para glorificar a Dios. Y soportará su inspección. El Señor pone a estos trabajadores en contacto con los de mayor capacidad, para llenar los huecos que dejan. Se complace cuando son apreciados, porque son eslabones de su cadena de servicio. Y es su deseo que cada instrumento humano comprometido en el trabajo para él sea reconocido, por pequeño que sea el trabajo que hace.
»Los hombres que son importantes, que están llenos del pensamiento de sus propias habilidades superiores, pasan por alto a estos humildes y contritos trabajadores; pero Dios no los pierde de vista ni por un momento. Él marca todo lo que hacen para ayudar a los que necesitan ayuda. En las cortes celestiales, cuando los redimidos se reúnan en casa, estarán más cerca del Hijo de Dios. Brillarán en los tribunales del Señor, honrados por él porque han sentido el honor de servir a aquellos por los que dio su vida».-EliNA G. DE WHITE, Advent Review and Sabbath Herald, 23 de septiembre, 1902
Después de haber analizado la lección de esta semana,
¿Qué aplicaciones personales te sientes motivado a realizar en tu vida?
¿Qué aplicaciones prácticas de unidad puedes realizar fuera de tu esfera personal?
Repasa el versículo de memoria. ¿Cómo se aplica a tu vida esta semana?
Lección de Escuela Sabática Para Jóvenes Universitarios 2021. 1er trimestre 2021 “Carta a los ROMANOS” Lección 10 «EL SACRIFICIO DE JESÚS Y NUESTRO SACRIFICIO« Colaboradores: Israel Esparza & Misael Morillo