Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14.
“La sofistería de Satanás consiste en hacer creer que la muerte de Cristo trajo la gracia que reemplazó a la ley. La muerte de Cristo no cambia o anula o debilita en el menor grado la ley de los diez mandamientos. Esa preciosa gracia ofrecida al hombre por medio de la sangre de Cristo, establece la ley de Dios. Desde la caída del hombre, el gobierno moral de Dios y su gracia son inseparables. Van de la mano a través de todas las dispensaciones. ‘La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron.’”—The Review and Herald, 11 de marzo de 1881.
“Así como el sacrificio en beneficio nuestro fue completo, así también nuestra restauración de la corrupción del pecado debe ser completa. La ley de Dios no disculpará ningún acto de perversidad; ninguna injusticia escapará su condenación. El sistema moral del Evangelio no reconoce otro ideal que el de la perfección del carácter divino. La vida de Cristo fue el perfecto cumplimiento de todo precepto de la ley. Él dijo: ‘He guardado los mandamientos de mi Padre.’ Juan 15:10. Su vida es para nosotros ejemplo de obediencia y servicio. Dios sólo puede renovar el corazón. ‘Porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.’ Pero nosotros tenemos que ocuparnos en nuestra salvación”. Filipenses 2:13, 12.—El Ministerio de Curación, 357, 358.
“La obediencia a los estatutos y leyes divinas, significa la vida y prosperidad de su pueblo.”—The S.D.A. Bible Commentary 1:1120.
“Para los obedientes hijos de Dios, los mandamientos son una delicia.”—The S.D.A. Bible Commentary 3:1152.
Devocional Vespertino Para 2021. «La Fe por la cual vivo» «SATANÁS Y LA GRAN REBELIÓN» Por: Elena G. de White Colaboradores: Martha González & Joaquín Maldonado