Este sacar e intercambiar fotografías es una especie de idolatría. Satanás está haciendo todo lo que puede por eclipsar el cielo a nuestra vista. No le ayudemos haciendo ídolos de los retratos. Necesitamos alcanzar una norma más elevada que la que sugieren estos rostros humanos. El Señor dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3). Los que dicen creer en Cristo necesitan percatarse de que deben reflejar su imagen. Es su semejanza lo que debe estar de continuo ante la mente. Las palabras pronunciadas deben estar henchidas de inspiración celestial…