«Cristo nos liberto para que vivamos en libertad. por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud». Gálatas 5:1
La navidad terminó. Así que, en este momento, o estás agradecido por los regal0s que recibiste, o estás agradecido por la política liberal de devoluciones de Walmart.
Si estás pensando en devolver regalos, hay varias consideraciones importantes:
Primera Consideración: ¿ Cómo reaccionará el dador del regalo frente a la devolución? Mi familia se extiende por toda la gama, desde un familiar anónimo que considera que es una mancha para su honor personal que devuelvas su regalo, a otro que te ruega que lo devuelvas aún antes de haber abierto el regalo. «Vayamos ahora mismo a la tienda», insiste.
Segunda Consideración: ¿Es posible devolver el regalo? Mi hermano una vez recibió un reloj Rolex de oro como regalo de parte de mi madre; lo cual era espectacular, salvo que yo nunca había visto oro herrumbrado antes. Descubrimos que mi madre compra sus regalos navideños de vendedores ambulantes de Tijuana. Solo déjame decirte que los establecimientos comerciales sobre ruedas suelen no tener una política de devoluciones.
Tercera Consideración: ¿Te devolverán efectivo, o una nota de crédito para la tienda? ¿Realmente te ayuda conseguir veinte dólares de crédito en la tienda de moldes para magdalenas? Afortunadamente, muchas tiendas devuelven el dinero cuando devuelves su mercadería. No creo que estén muy felices por esto. Ellos preferirían quedarse con su dinero y que tú te quedes con el vaporizador de rollo o el calentador eléctrico de calcetines.
Deben de haberse tenido que armarse de valor los dueños de los comercios al comenzar a ofrecer una política de devoluciones. ¿Cómo puedes ganar si le devuelves el dinero a la gente?
A veces, me pregunto por qué Dios tiene una política de devoluciones tan generosa. Cada persona que Dios redime es libre de regresar al pecado. La opción puede ponerse en práctica en cualquier momento.
El diablo, por otro lado, hace su mayor esfuerzo por interceptar cada intento de regresar a una vida recta.
Entonces, ¿Cómo puede ganar Dios cuando tiene una política de devoluciones tan generosa? Su única oportunidad es que nos demos cuenta de que vale la pena quedarnos con sus regalos.