«La gente construirá casas y vivirá en ellas, sembrará viñedos y comerá sus uvas. No sucederá que uno construya y otro viva allí, o que uno siembre y otro se aproveche. Mi pueblo tendrá una vida larga, como la de un árbol; mis elegidos disfrutarán del trabajo de sus manos. No trabajarán en vano ni tendrán hijos que mueran antes de tiempo, porque ellos son descendientes de los que el Señor ha bendecido, y lo mismo serán sus descendientes. Antes que ellos me llamen, yo les responderé; antes que terminen de hablar, yo los escucharé». Isaías 65: 21-24, DHH
OÍ, DE PARTE DE LOS ÁNGELES y de los santos redimidos, exclamaciones de triunfo que resonaban como diez mil instrumentos musicales, porque ya no se verían molestados ni tentados por Satanás, y porque los habitantes de otros mundos quedaban libres de él y de sus tentaciones.— Primeros escritos, cap. 70, p. 350.
¡Qué enormes posibilidades se nos ofrecerán allí para nuestra investigación, cuando se descorra el velo que oscurece nuestra vista, y nuestros ojos contemplen ese mundo de belleza del cual ahora tenemos apenas vislumbres por medio del microscopio! ¡Cuando contemplemos las glorias de los cielos que ahora solo podemos entreverlas por medio del telescopio! ¡Cuando, borrada la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en «la hermosura del Señor» nuestro Dios (Sal. 27: 4, NVI)!
Allí el estudioso de la ciencia podrá investigar a fondo la creación sin ni el más mínimo vestigio del mal. Escuchará las melodiosas voces de la naturaleza y no oirá ninguna nota de llanto ni grito de dolor. En todo lo creado encontrará nuevos conocimientos, en el vasto universo contemplará el nombre de Dios impreso en grandes caracteres, y ni en la tierra, ni en el mar, ni en el cielo quedará ningún vestigio del mal.— La educación, cap. 35, p. 273.
«Mi pueblo habitará en un lugar de paz, en moradas seguras, en serenos lugares de reposo». «Nunca más volverá a escucharse que en tu tierra hay violencia, ni que en tu territorio hay destrucción ni quebrantamiento. A tus murallas las llamarás «Salvación», y a tus puertas las llamarás «Alabanza»» (Isa. 32: 18; NVI; 60: 18, RVC).— El conflicto de los siglos, cap. 43, p. 655.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LAS OBRAS DE DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez