REFERENCIAS: MATEO 2:1, 2, 10, 11; EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, cap. 6, pp. 43-50.
Versículo para memorizar:
“Dios ama al que da con alegría” (2 CORINTIOS 9:7).
Mensaje: Adoramos a Jesús cuando le traemos nuestras ofrendas.
¿Alguna vez le has dado a alguien un regalo de cumpleaños perfecto? ¿Cómo te sentiste al ver que esa persona abría, muy emocionada, tu regalo?
La noche que el bebé Jesús nació, los L ángeles vinieron y cantaron a los pastores. Los pastores fueron los únicos que escucharon a los ángeles, pero no fueron los únicos que los vieron.
Lejos, muy lejos, en otro país, un grupo de hombres observaba los cielos. Ellos habían estudiando el cielo nocturno por años y sabían dónde se suponía que debían estar cada una de las estrellas. Sin embargo, en aquella noche, había algo diferente. Allí, exactamente en ese lugar, había algo que parecía como una estrella nueva, una brillante estrella, una que nunca antes habían visto en ese lugar.
Aquellos hombres no lo sabían, pero estaban viendo al coro de ángeles que había cantado a los pastores. Después de su canto, los ángeles desaparecieron en la distancia hasta que se vieron como una estrella brillante que resplandecía en el oscuro cielo. Nadie notaría una estrella más entre las miles que titilaban en la oscuridad. Nadie, excepto los sabios que estudiaban los cielos.
¿Qué significa eso? Esos hombres estudiaron la Biblia hasta que encontraron las palabras especiales. “Una estrella saldrá de Jacob; un Rey surgirá en Israel”. ¡Eso era! ¡Esa era la estrella de un nuevo Rey! Ahora mismo irían y lo adorarían.
Pero no irían sin llevar regalos. Llevaron los más preciosos dones que pudieron encontrar: oro, el metal más precioso; incienso, el más deleitoso aroma de aquellos lejanos países; y mirra, un perfume carísimo. Eran tesoros para ofrecer a un rey. Serían los regalos perfectos.
Cuando llegó de nuevo la noche, revisaron los cielos una vez más. Sí, la extraña nueva estrella, todavía estaba allí. Estaban listos para salir. Seguirían la estrella. Ella los guiaría hasta el recién nacido Rey.
Cuando la luz del día empezó a asomarse en el cielo por el este, la estrella de ángeles desapareció de su vista. Entonces los sabios se detuvieron para dormir. Pero tan pronto como las sombras descansaban sobre la tierra y ellos podían ver la estrella, estaban listos para seguir nuevamente su luz.
Noche tras noche viajaron de esta manera, pues fue un largo viaje. Pero cada noche se veía la estrella formada por ángeles para guiarlos, hasta que finalmente los condujo hasta el bebé Jesús.
Los sabios se sintieron felices por encontrar al bebé Jesús y a María. Cayeron de rodillas y adoraron al bebé. Luego sacaron sus tesoros y le dieron oro, incienso y mirra a Jesús.
María y José estaban asombrados y contentos. Estos fueron los primeros regalos para el bebé Jesús, y fueron regalos perfectos de amor y adoración.
Lección de Escuela Sabática para Jardín de Infantes.
4to. trimestre 2020 SERVICIO
Lección 13: «REGALOS DE CUMPLEAÑOS PARA JESÚS»
Colaboradores: Mary Tovar & Sebastian Rondon & Antonio Orellana