Tan pronto como el pueblo de Dios sea sellado en su frente—no se trata de un sello o marca que se pueda ver, sino un afianzamiento en la verdad, tanto intelectual como espiritualmente, de modo que los sellados son inconmovibles—, tan pronto como sea sellado y preparado para el zarandeo, este vendrá. Ciertamente ya ha comenzado.—Comentario Bíblico Adventista 4:1183 (1902).
El sello del Dios viviente se coloca sobre aquellos que con plena conciencia guardan el día de reposo de Jehová. —Comentario Bíblico Adventista 7:991 (1897).
Esta declaración u otras semejantes debieran comprenderse a la luz de los pasajes citados anteriormente en el capítulo, en los que se indica que Dios considera responsable a la gente solo por el conocimiento que posee o por el que podría obtener.
Los que quieran tener el sello de Dios en sus frentes deben guardar el día de reposo del cuarto mandamiento.—Comentario Bíblico Adventista 7:981 (1899).
La verdadera observancia del día de reposo es la señal de lealtad a Dios. Comentario Bíblico Adventista 7:992 (1899).
De los Diez Mandamientos, solo el cuarto contiene el sello del gran Legislador, el Creador de los cielos y la tierra.—Testimonies for the Church 6:350 (1900).
La observancia del monumento conmemorativo del Señor, el día de reposo instituido en el Edén, el día de reposo del séptimo día, es la prueba de nuestra lealtad a Dios.—Carta 94, 1900.
Se pone una señal sobre cada uno de los hijos de Dios tan ciertamente como fue colocada una marca sobre las puertas de los hogares de los hebreos para librar a ese pueblo de la ruina general. Dios declara: “Les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico”. Ezequiel 20:12.—Comentario Bíblico Adventista 7:980 (1900).