Rut miraba por la ventana y veía los campos verdes como si fueran alfombras y flores de variados colores. Los pajaritos cantaban mientras aleteaban felices, volando de rama en rama y llevándoles comida a sus crías. ¡Y qué perfume agradable venía de aquella planta trepadora!
Y ella pensaba: «¡Qué bueno es nuestro Dios! Nos da hermosísimos regalos y uno de ellos es la naturaleza».
¿Y yo?
¿Tú sabes apreciar a la naturaleza? ¡Haz la prueba de tomar una flor y observarla con atención!
Mi oración para hoy
Te alabo, Señor, por la naturaleza que has creado para tus hijos.
En la Biblia leemos:
«Oh Dios, siempre te daré gracias por lo que has hecho» (Salmo 52: 9).