Como no había comida en Canaán, el papá de José mandó a sus hijos a comprar trigo a Egipto.
Rápidamente, José reconoció a sus hermanos. Para ponerlos a prueba, los acusó de ser espías.
Ellos le contaron que eran doce hermanos, pero que uno de ellos había sido devorado por un animal, y que el más pequeño, llamado Benjamín, se había quedado con su papá.
—Uno de ustedes se Va a quedar aquí —les ordenó José—. Lo voy a liberar cuando me traigan a su hermano pequeño.
Cuando regresaron con Benjamín, José se dio cuenta de que sus hermanos estaban arrepentidos y les dijo que él era su hermano, al que habían vendido como esclavo. Entre lágrimas y abrazos, los perdonó.
¿Y yo?
¿Puedes perdonar a tus hermanos o amigos cuando te han hecho alguna maldad?
Mi oración para hoy
Buen Dios, perdóname y ayúdame a perdonar.
En la Biblia leemos:
«Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo» (Efesios 4: 32).