«Después me mostró un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones». Apocalipsis 22: 1-2
EN LA BIBLIA SE LLAMA a la herencia de los bienaventurados «una patria» (Heb. 11: 14). Allí conduce el divino Pastor a su rebaño a los manantiales de aguas vivas. El árbol de vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, transparentes como el cristal, a los lados de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los senderos preparados para los redimidos del Señor. Allí las vastas llanuras alternan con bellísimas colinas y las montañas de Dios elevan sus majestuosas cumbres. En aquellas pacíficas llanuras, al borde de aquellas corrientes vivas, es donde el pueblo de Dios que por tanto tiempo anduvo peregrino y errante, encontrará un hogar.— El conflicto de los siglos, cap. 43, p. 654.
Vi que la hueste de los redimidos se postraba y echaba sus brillantes coronas a los pies de Jesús, y cuando su bondadosa mano los alzó del suelo, pulsaron sus áureas arpas y llenaron el cielo con su armoniosa música y sus excelsos cánticos en honor del Cordero.
Vi luego que Jesús conducía a su pueblo al árbol de la vida, y una vez más oímos que su hermosa voz, más dulce que cuantas melodías escucharon jamás los mortales, decía: «»Las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones» (Apoc. 22: 2, DHH), coman todos de ellas».
El árbol de vida daba hermosísimos frutos, de los que los santos podían tomar libremente. En la ciudad había un refulgente trono, de donde manaba un río de agua de vida Purísima, clara como el cristal. A uno y a otro lado del río estaba el árbol de la vida, y en las márgenes había otros hermosos árboles que llevaban excelentes frutos.—Primeros escritos, cap. 69, p. 348.
Devocional Vespertino Para 2020. «Conocer al Dios Verdadero» «PARA FAMILIARIZARNOS CON LAS OBRAS DE DIOS» Por: Elena G. de White Colaboradores: Pilita Mariscal & Martha Gonzalez