El amor a la ostentación produce extravagancia, y en muchos jóvenes mata la aspiración de vivir una vida más noble. En vez de esforzarse por obtener una educación, pronto emprenden alguna ocupación para ganar dinero y satisfacer la pasión por los vestidos. Y esta pasión conduce a más de una joven a la ruina.—La Educación, 240, 241.