«El Señor me salvará, y en el templo del Señor todos los días de nuestra vida cantaremos con instrumentos de cuerda» (Isaías 38:20).
«MENSAJE» Cuando Jesús venga otra vez, iremos a vivir con él y lo alabaremos por siempre.
Benjamín sonreía al mirar cómo las nubes se movían en el cielo, mientras disfrutaba de su almuerzo en el campo. Se volvió hacia su padre y le dijo: —¡Papi, esas nubes me hacen recordar la venida de Jesús! —¡A mí también! —dijo su papá. La familia había estado caminando por las montañas. Ahora estaban todos sentados en una roca frente a un río y disfrutaban de su almuerzo.
—¡Yo quiero que Jesús venga y nos lleve al cielo ahora mismo! —dijo Bruno, el hermano menor de Benjamín.
—¡Yo también! —añadió su mamá con una sonrisa. Más tarde, durante el culto familiar, leyeron Apocalipsis 7: 21 y 22.
—La Biblia dice que Jesús hará un nuevo cielo y una nueva tierra —comenzó a decir el papá—. ¡Cuando Jesús venga otra vez, viviremos con él y lo alabaremos por siempre!
—Y ya no habrá lágrimas, ni muerte o dolor —añadió su mamá.
—¡Imagínense! —continuó diciendo el papá—. La nueva Jerusalén será como un enorme rectángulo. Tendrá doce puertas y doce fundamentos.
—¡Oh! ¡Miren todas las piedras preciosas que forman los cimientos! —exclamó Benjamín—. Jade verde, zafiro azul, crisólito amarillo…
Y siguió leyendo acerca de las doce diferentes piedras. —¡Cada enorme puerta estará formada por una sola perla! —¡Qué hermoso va a ser todo! —dijo la mamá—. No habrá templo o iglesia, porque Jesús es el TEMPLO. Jesús estará siempre con nosotros.
Nada puede evitar que estemos con él.
—Me gusta esta parte —añadió el papá—. No necesitaremos lámparas o luces; la gloria de la presencia de Dios es la luz. ¡Y nunca más habrá noche!
—¡No más siesta para mí! —dijo contento el pequeño Bruno.
La mamá sonrió. Sabía que a Bruno no le gustaba dormir su siesta.
—Gente de todas las naciones de la tierra estarán allá —les recordó Benjamín—. Todos aquellos que amaron y obedecieron a Jesús.
¿Puedes imaginar lo que sera adorar a Dios por siempre? Por siempre significa por la eternidad sin fin. Tal vez sea difícil imaginárselo ahora. Pero eso es lo que haremos en el cielo. Vamos a ver lo que pasa en una familia que espera ansiosa la venida de Jesús.
El papá siguió leyendo más en Apocalipsis 7. Allí aprendieron lo que dice Juan acerca de las personas que irán al cielo. Vestirán mantos blancos y tendrán hojas de palma en sus manos mientras cantan para alabar a Dios. Todos le darán gracias. Al inclinarse delante de su trono, dirán:
“¡Amén!
La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!” —¡Oh! —añadió la mamá—, el capítulo
22 dice que el río de la vida saldrá del trono de Dios y correrá por la ciudad. El árbol de la vida está
en medio de la ciudad. Parte de su tronco está en ambos lados del río. El árbol da doce frutos diferentes, uno por cada mes del año. ¡Ya no puedo esperar para saborearlos!
—Tampoco habrá más pecado. Veremos a Dios cara a cara y llevaremos su nombre. ¡Viviremos para siempre con Jesús! —dijo el papá entonces —¡Yo quiero que ya venga Jesús! —exclamó Benjamín. Eso es exactamente lo que dijo Juan —señaló su papá—. ¡Ven, Señor Jesús! —¡Sí, ven Señor Jesús! —repitió emocionado Bruno.
¿Qué piensas tú? Jesús te dice hoy: “¡Ven! ¡Ven y bebe del agua de la vida! ¡Ven a vivir conmigo para siempre!” Dios nos ofrece el don del cielo y una vida para estar siempre con Jesús. Será mucho más maravilloso de lo que ninguno de nosotros pueda imaginarse. Y vamos a querer darle gracias a Dios y a Jesús muy a menudo. Sí, los adoraremos y alabaremos por siempre. ¡Nunca nos cansaremos de eso!
Lección de Escuela Sabática para PRIMARIOS.
4to. trimestre 2020
Lección 13: «CUANDO JESÚS VENGA OTRA VEZ»
Colaboradores: Melany Valero & Antonio Orellana