«No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío»(lsa. 43:1).
Hay algunas palabras que son muy divertidas de pronunciar:
Alharaca: Esta palabra se refiere a promover o hacer mucho ruido por algo.
Adís Abeba: La capital de Etiopía.
Ravioli: En realidad, todos los nombres de pastas italianas son divertidos, como por ejemplo ziti, lingüini, tortellini...
Ginkgo biloba: Un árbol que a veces se utiliza para curas naturales. Una vez, un amigo me dio un frasco de pastillas de ginkgo biloba porque escuchó que podía mejorar las funciones cerebrales.
Paparrucha: Tontería, o hablar de manera ineficaz y sin propósito.
Ciénaga: Terreno barroso o una situación difícil.
Folclórico: costumbres, bailes y canciones que vienen de la tradición, costumbres y creencias de un lugar determinado.
Supercalifragilisticoespialidoso: Esta palabra, popularizada por la película de Disney Mary Poppins, significa algo extraordinariamente bueno o «Mira, puedo decir una palabra muy, muy larga».
Aunque estas palabras son divertidas de pronunciar, ¿sabes qué es lo que más le gusta a la gente escuchar? Numerosos estudios señalan que la palabra preferida de todo el mundo es su propio nombre.
Cuando escribía su libro de consejos titulado Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Dale Carnegie dijo: «Recuerda que el nombre de una persona es para esa persona el sonido más dulce e importante en cualquier idioma».
Cuando dices el nombre de una persona, le haces saber que estás pensando en ella, hablando con ella, dándole la prioridad, y que te preocupas por ella como individuo. Es mucho mejor que decir: «Ey, tú, el de los pantalones verdes». La Biblia dice que Dios nos llama a cada uno por nuestro propio nombre. ¿No es genial oír eso? Kim