«La misericordia y la verdad cuidan del rey, y la clemencia sustenta su trono» (Proverbios 20:28).
David se había convertido en el rey de Israel después de más de diez años de sufrir persecuciones de parte de Saúl, su antecesor, quien a toda costa había querido aniquilarlo. Así que, una vez consolidado su trono, los antiguos colaboradores de Saúl fueron haciéndose a un lado, algunos incluso fueron asesinados. Pertenecer a la familia del anterior monarca se volvió un oprobio, ya que gran parte de sus hijos de Jonatán había sobrevivido. Se trataba de Mefiboset, un joven lisiado que habitaba en una de las zonas más pobres de su reino. Envió mensajeros para que lo trajeran a su presencia. Es posible que el chico minusválido se aterrara ante el anuncio de que era requerido por el rey de Israel. ¿Acaso lo mataría debido a su parentesco con Saúl? ¿Qué podía obtener de una persona como él?
Mefiboset se presentó en el palacio real. Allí, David le dijo que él había sido gran amigo de Jonatán, su padre. Así que, en atención a él, le daría un trato especial: a partir de ese día Mefiboset viviría en el palacio y comería en su mesa; además, le devolvería las posesiones que habían pertenecido a la familia de su padre. ¡Mefiboset no podía creerlo! Había llegado a la presencia de David temeroso de recibir una mala noticia, ¡pero nunca se imaginó escuchar semejante anuncio!
¿Qué beneficios políticos traía a David la actitud tomada hacia Mefiboset? ¿Acaso saldría en los periódicos o en telediario exhibiendo una brillante sonrisa y estrechando la mano del desventurado muchacho? Es muy improbable. Tal vez, el monarca no ganaba nada con beneficiar al chico, salvo mostrar una notable misericordia hacia una persona con grandes necesidades.
La generosidad debería ser parte de cada ser humano, especialmente de aquellos que desempeñan grandes responsabilidades y puestos de liderazgo, por grandes o sencillos que resulten. No hemos de esperar que nuestros actos de bondad nos reporten algún tipo de beneficio. Más bien, la compasión es fundamental en la consolidación del liderazgo, tal como dice la Escritura: «La misericordia y la verdad cuidan del rey, y le clemencia sustenta su trono» (Proverbios 20:28).
Este día pide al cielo que te ayude a cultivar la bondad y la compasión hacía quienes te rodean, sin esperar recibir nada a cambio.
Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2020 «Una Nueva Versión de Ti» Por: Alejandro Medina Villarreal Colaboradores: Israel Esparza & Ulice Rodriguez